PROGRESO.- En su séptimo viaje a este puerto, todos realizados en un crucero, los esposos Roberto y Sonia Arredondo, originarios de San Antonio, Texas, disfrutaron de la tranquilidad de esta ciudad y dijeron que aquí todo es más barato que en Cozumel, Jamaica y Gran Caimán.
Recostado en un camastro de playa, debajo de una palapa del malecón, Roberto disfrutó de un soleado día en compañía de su esposa, quienes arribaron en el Carnival Triumph.
Mientras saboreaba una cerveza, Roberto Arredondo, de 50 años de edad, platicó que trabaja como controlador de vuelos y cada vez que tiene vacaciones viaja en crucero.
De 195 kilos de peso, el texano dice que participó en la guerra de Libia en 1986, de modo que se considera veterano de guerra de su país.
Mientras su esposa compra artesanías al vendedor Walter Artola, quien le muestra varios artículos y le dice que uno es para alejar la mala suerte, otro para que le vaya bien en los negocios, Roberto Arredondo dijo que les gusta el puerto porque es barato y se pueden comprar cosas pequeñas y a buen precio.
“En cambio Cozumel, Jamaica y Gran Caimán son destinos turísticos caros; en este puerto hasta las cervezas son baratas, hay tranquilidad y sólo en agosto, la última vez que venimos al puerto, había mucha gente porque era verano”, dijo.
El texano también elogió a las masajistas y las comparó con las de Cozumel, de donde arribó el Carnival Triumph con 2,931 pasajeros: las de este puerto les dieron buen servicio y en tono de broma dijo que a pesar de su gordura le llegaron a los músculos.
Por media hora de masaje el taxano pagó 10 dólares y su esposa contrató una hora; luego ocuparon una palapa en donde pasaron gran parte del día, como lo hicieron numerosos pasajeros del crucero que zarpó a las 4 de la tarde con destino a Galveston.