MÉRIDA.- Trágico accidente se registró la mañana de ayer en la calle 68 entre 69 y 71 del centro de Mérida: un hombre fue arrollado cuando transitaba a bordo de su triciclo.

No hubo huellas de frenado en el pavimento, por lo cual el golpe fue seco.

Una camioneta arrastró varios metros al triciclo, lo impactó con un taxi y cruzó una llanta sobre la cabeza del ciclista.

El accidente generó que decenas de personas se reunieran a lo largo del cerco perimetral para ver las diligencias forenses.

Familiares acudieron poco después y rompieron en llanto al ver el cuerpo. Intentaron ingresar al cerco perimetral, pero la Policía lo impidió debido a que se realizaban las acciones de ley.

Peritos reportaron que la camioneta transitaba a exceso de velocidad, pues desde el lugar en que ocurrió el choque hasta donde quedaron el cuerpo y el automotor había más de 30 metros.

Testigos indicaron que escucharon el impacto y vieron “volar” el cuerpo, luego la camioneta le cruzó encima.

“Fue algo horrible, no voy a poder dormir”, indicó un testigo. El accidente ocurrió a tres metros de donde se venden tortas y tacos.

El ahora occiso fue identificado como César David Sansores Guillén, de 45 años de edad, quien se dirigía a vender en su puesto de cochinita.

De acuerdo con los datos, el hoy fallecido transitaba a bordo de su triciclo de sur a norte sobre la 68, en el mismo sentido venía la camioneta Honda CRV de modelo reciente y con placas YMW-251-B, manejada por Vanesa Estefanía Puerto Piña.

Por el exceso de velocidad y la falta de precaución de la guiadora, la camioneta arrolló al triciclo.

Éste fue arrastrado y se impactó con el taxi con placas 1216 YSB, que se encontraba estacionado; a consecuencia del golpe el ciclista salió proyectado y cayó en el arroyo vehicular, y la camioneta cruzó la llanta delantera izquierda sobre la cabeza de Sansores Guillén. La muerte fue al instante.

La guiadora sufrió crisis nerviosa y la auxiliaron paramédicos municipales, aunque fue detenida y puesta a disposición de la Fiscalía General del Estado.

Durante dos horas esa calle estuvo cerrada para las diligencias de ley, unos vecinos encendieron veladoras y rociaron agua bendita para orar por el eterno descanso del difunto.

Decenas de personas se arremolinaron para ver las diligencias de levantamiento del cadáver.

 

(DIARIO DE YUCATÁN)