PROGRESO.— El frente común de vecinos del playón poniente y de la zona de discos de Chicxulub Puerto realiza un movimiento “para acabar con los ruidosos espectáculos musicales y la venta indiscriminada de cervezas en la playa”, así como para regular los decibeles de las discotecas.
Los vecinos, encabezados por el empresario Manuel Sánchez González, Luis Contreras García, ex capitán Regional de Puertos y el ingeniero Augusto León Castillo, acordaron emprender un “boicot” contra las cervecerías que han tomado el control del playón poniente y las discotecas, que “son las que mandan y ponen horario en su funcionamiento”.
También acordaron pedir la intervención del gobierno del Estado, pues “ya quedó claro que el Ayuntamiento no tiene la capacidad suficiente, ya fueron rebasados”, así que la Secretaría de Salud de Yucatán debe intervenir por la venta de cerveza y la Seduma por el ruido, dijo Contreras García.
Los afectados se reunieron primero en el playón poniente, a donde citaron a representantes de los medios de comunicación. Ahí Sánchez González explicó que hay malestar entre las familias que habitan en ese rumbo, en su mayoría de pescadores cuyos jefes de hogar habían salido de pesca.
La queja es por los “escándalos” que se suscitan los sábados por las noches. La semana pasada, dijeron, asistieron 100 personas a los espectáculos que sirvieron para la venta de cerveza y uno de los locutores promovió un concurso para ver quién bebe más (cerveza) y contó “chistes obscenos” sin importarle que hay familias cercanas.
—Dos señoras ya grandes que están enfermas no pudieron descansar por el escándalo del sábado por la noche y el domingo continuaron los espectáculos y venta indiscriminada de cerveza, estamos cansados de que el Ayuntamiento no solucione el problema —afirmó Sánchez González.
—El playón queda hecho un asco, sucio, con basura y oscuro después que terminan los espectáculos, sólo ponen luz cuando hay bailes y venta de cerveza —dijo Sánchez González.
El segundo punto de la reunión fue la zona de discotecas, donde León Castillo explicó que los antros “operan con 100 decibeles, cuando de acuerdo con la ley de salud deberían ser 50”.
En esa zona veraniega operan ocho discotecas al descubierto, ninguna tiene techo, de modo que el ruido se expande a las casas vecinas. De acuerdo con Contreras García, “parece una competencia de quién hace más ruido y sus administradores piensan que mientras más ruido hagan tendrán más clientela”.
El ex capitán recordó que el 13 de julio acudieron al Palacio Municipal para pedir que se regule el ruido, se reunieron con el alcalde José Cortés Góngora, pero ese día las discotecas comenzaron a funcionar a las 5 de la tarde, una hora antes de su horario y aumentaron los decibeles. “El alcalde se burló de nosotros”, afirmó León Castillo. (Diario de Yucatán)