Los Ángeles.- Ante la orgullosa mirada de su madre y alrededor de un centenar de admiradores, Los Tigres del Norte develaron su estrella en el Paseo de la Fama.
Los hermanos Jorge, Hernán, Eduardo y Luis Hernández y su primo Oscar Lara, intérpretes de éxitos como Jefe de jefes, se convirtieron en la primera agrupación de música regional mexicana en ser incorporada al famoso bulevar de Hollywood.
Hernán, quien dijo que trajeron a toda la familia desde México en dos autobuses, le dedicó el reconocimiento a su progenitora, Consuelo Angulo, a quien llamó “la verdadera jefa de jefes”.
La señora Angulo traía una bandera mexicana que Hernán, tras darle un abrazo, tomó para que Los Tigres posaran con ella junto a la estrella mientras los presentes entonaban el clásico México lindo y querido.
Los acompañó el cantautor Marco Antonio Solís, quien se fotografió con sus colegas y amigos.
Los Tigres del Norte han vendido más de 37 millones de discos y grabado más de 500 álbumes, con éxitos como Contrabando y traición, La jaula de oro, Pacas de a kilo, La puerta negra y Somos más americanos.
Su estrella, la número dos mil 527 del paseo, está ubicada frente al edificio de Live Nation, cerca de las de Luis Miguel y Stevie Wonder. Se suma a reconocimientos que incluyen varios premios Grammy y Latin Grammy, así como el Premio a la Trayectoria de la Academia Latina de la Grabación.
Las personalidades que reciben estrellas en el Paseo de la Fama son seleccionadas por un comité. De aceptar el reconocimiento, el homenajeado o sus patrocinadores deben pagar unos 30 mil dólares para cubrir los costos de la producción y mantenimiento de la estrella.
Un día antes, Los Tigres del Norte se habían presentado en Tecate, el llamado pueblo, donde nunca lo habían hecho. Y de los casi 35 grados centígrados durante el día, a la hora del concierto, pasadas las nueve de la noche, el clima refrescó para los aproximadamente siete mil asistentes, de los 12 mil que se esperaban en el Centro Social de esta pequeña entidad de más de 120 mil habitantes.
La mayoría de las 35 canciones que interpretaron Óscar, Luis, Hernán y Jorge, con las percusiones del maestro Mikel Hernández fueron a solicitud expresa de sus fans, ataviados ellas y ellos, con botas de todos los estilos, pantalones vaqueros, gruesas hebillas en un evento que significó el 70 aniversario de la cervecería Cuauhtémoc.
Durante dos horas y media, Los Tigres complacieron de lo lindo a sus seguidores con temas como La tumba falsa, Quiero volar contigo, La jaula de oro.
Le siguieron Allá en la mesa del rincón, Golpes en el corazón, hasta llegar aJefe de jefes que, al sonar del acordeón puso a bailar a numerosas parejas. Una tras otra el repertorio de la exitosa agrupación no se detuvo: La manzanita, Pedro y Pablo, Las mañanitas -con
la cual quisieron agasajar a todos aquellos que cumplieron años-, La fantasía, La dieta, Ayúdame a creer.
Antes de concluir la velada, Los Tigres agradecieron la presencia de los 150 medios de comunicación de diversas partes de la República Mexicana que se dieron cita en este festejo musical.
En la última parte, no había tregua: La puerta negra, El ejemplo, Fallaste corazón , Me regalo contigo, La tumba falsa, La prisión de amor y Camelia la tejana, último tema, que después de aplausos y gritos dio pie a que siguieran cantando con La bala (una de sus más recientes canciones), Lágrimas del corazón, Yo soy de América, La perra y La camioneta gris.
Los Tigres se despidieron con efusividad: “¡Qué viva Tecate, Baja California!”
Excelsior.-