PROGRESO.- Lo que ya parece una rutina se repitió ayer en este puerto: pocos pasajeros del crucero turístico Carnival Liberty se quedaron en esta ciudad, ya que la mayoría se fue a Mérida y a varias zonas arqueológicas, además de que los que se quedaron compraron poco y regatearon los precios.
Por si esto no bastara, los pocos paseantes que estuvieron en la playa y en la zona comercial permanecieron poco tiempo en el puerto.
Procedente de Cozumel, el Carnival Liberty atracó a las 8:40 en la terminal remota y en comparación con los pasajeros del Carnival Triumph, que llegó el martes, también de la isla caribeña, los turistas gastaron poco.
-Como vienen de Cozumel ya llegan “lavados” y acá lo que hacen es gastar los pocos dólares que les queda y sólo compran botanas, como nachos y guacamole, no gastan más – comentó el vendedor Roberto Ortiz, quien ofreció a un pasajero una máscara de jaguar tallada en madera por la que pidió 120 dólares, pero el turista ofreció 50 dólares.
-Dame 80 dólares y te la llevas-, le dijo el vendedor al pasajero quien incluso se colocó la máscara tallada en madera de cedro, pero al final de cuentas no la compró.
Los pocos pasajeros se bañaron en el mar, pero no rentaron motos acuáticas ni pasearon en la banana. Un pasajero rentó el flyboard, y durante una hora estuvo realizando piruetas en el mar frente la playa del malecón.
Algunos pasajeros compraron sombreros, pero también regatearon el precio; los vendedores pidieron 10 dólares, pero los turistas ofrecieron cinco, la venta se concretó en siete dólares, para no dejar escapar a los clientes.
La mayoría de los pasajeros fueron trasladados a las zonas arqueológicas y Mérida a bordo de autobuses de turismo y colectivos.