MÉRIDA, Yucatán, martes 02/12/25.- El presupuesto de 2026 es de simulación, pues detrás del discurso de estabilidad hay endeudamiento, dependencia y deterioro, de modo que, a este ritmo, Yucatán dejará de ser un Estado con autonomía para convertirse en un simple pagador de la Federación: hipotecado, endeudado y sin rumbo financiero propio.

Esto lo advierte Roger Torres Peniche, coordinador de la bancada panista del Congreso del Estado, quien precisa que si se le descuenta el crédito de 1,530 millones de pesos incluido en la Ley de Ingresos 2026, los ingresos propios del Estado no solo no crecen, sino que se desploman.”

CONCLUSIÓN: Los ingresos propios caerían al 1.72% de crecimiento y eso es antes de descontar la inflación, que es de 4.8%, de modo que el deterioro real es todavía más profundo y devastador, menos 3.08%, precisa el ex secretario de Desarrollo Social.

Mientras tanto, agregó, el 95% del incremento total del presupuesto proviene de recursos federales, que crecen al 7.64% nominal, pero solo 2.84% real, cuando se le descuenta la inflación.

LA EXPLICACIÓN DE ROGER TORRES: El Gobierno presume que en 2026 Yucatán tendrá más recursos, pero la realidad es otra: Al ajustar los ingresos al impacto inflacionario del 4.8%, el presupuesto del Estado prácticamente no crece. Y lo más grave, es que incluso los recursos federales —que son el 95% del aumento total-, apenas avanzan en términos reales. A este ritmo, Yucatán dejará de ser un estado con autonomía para convertirse en un simple pagador de la Federación.

LOS NÚMEROS: Sí, nominalmente la Federación envía 3,452 millones de pesos más, un aumento del 7.64%, pero con una inflación del 4.8%, ese aumento se reduce a un crecimiento real de apenas 2.84%.

En otras palabras, el supuesto “aumento” federal no es crecimiento, es inflación disfrazada y si la única fuente que aumenta apenas avanza en términos reales, entonces el presupuesto del Estado está estancado.

EL PANORAMA LOCAL ES TODAVÍA MÁS ALARMANTE: Los ingresos propios aumentan nominalmente 274 millones de pesos, pero al descontar la inflación se vuelven negativos y eso ocurre por una razón muy simple y muy peligrosa:
El único rubro que realmente crece es el Impuesto Sobre Nóminas, el cual aumenta +730 millones de pesos, equivalente al 266% del incremento total de ingresos propios.

Es decir, sin ese impuesto -que pagan todos los empleadores, incluso el que tiene un solo trabajador-, los ingresos propios del Estado se desplomarían.

Y ese aumento, tarde o temprano, se trasladará al precio final; lo terminaremos pagando todos los yucatecos.

Mientras tanto, el resto de los ingresos propios están en caída libre:
Derechos: –580 mdp. Bienes y servicios: –365 mdp. Aprovechamientos: –88 mdp. Productos: –29 mdp
En conjunto: más de 1,060 millones de pesos perdidos en recaudación interna y con una inflación del 4.8%, esto significa una cosa:
El Estado está recaudando mucho menos en términos reales, no hay crecimiento, no hay fortalecimiento: Hay dependencia, deterioro y retroceso.

LA REALIDAD: Con ingresos propios cayendo en términos reales, con recursos federales creciendo apenas 2.84% real, y con una economía que no puede superar la inflación, Yucatán ya no está creciendo, está sobreviviendo.

Si esta tendencia continúa, el Gobierno del Estado se convertirá en una simple oficina pagadora: sin margen, sin proyecto y sin autonomía.”
Pero aún falta un dato que agrava todo este escenario: El crédito de 1,530 millones de pesos.

“El Gobierno presume un presupuesto creciente, pero los números reales muestran lo contrario: Yucatán está entrando en un deterioro financiero que ya no se puede maquillar. Si descontamos el crédito de 1,530 millones de pesos incluido en la Ley de Ingresos 2026, los ingresos propios del Estado no solo no crecen… se desploman.”

Los ingresos propios caerían al 1.72% de crecimiento y eso es antes de descontar la inflación, con una inflación del 4.8%, el deterioro real es todavía más profundo y devastador, menos 3.08%

Mientras tanto, el 95% del incremento total del presupuesto proviene de recursos federales, que crecen al 7.64% nominal, pero solo 2.84% real.

Lo que se vende como “crecimiento estatal” en realidad se sostiene con dinero prestado y con transferencias federales, no con una verdadera capacidad interna.