TIZIMÍN, Yucatán, miércoles 05/11/25.- Tratando de evitar lo inevitable, una profunda quiebra, además del despido de 300 empleados, ahora el alcalde Adrián “CaraBobo” Quiroz Osorio aplica descuentos de 10 a 25 por ciento a trabajadores.
Estos descuentos aplican a empleados y directores, menos a la súper consentida del alcalde, la directora de Comunicación Social Mayte, a los regidores, a sus allegados y compadres, lo que ha causado gran molestia en la gente que labora en el Ayuntamiento.

Decenas de empleados se salvaron de que el alcalde, también conocido como Lata de Gas, por bruto, los despidiera, pero no se salvaron de que les descuente sus salarios, desde la segunda quincena de octubre.
A pesar de que esta medida está prohibida por la Ley Federal del Trabajo, al alcalde CaraBobo poco le importó aplicarla, en tanto que los trabajadores, a fin de no quedarse sin trabajo le mentaron la madre al alcalde y lo maldijeron en secreto y no dijeron nada, se resignaron.
Los trabajadores afectados han manifestado su inconformidad en voz baja, pues además de la carga laboral extra que ahora asumen, debido a la falta de personal, enfrentan menores ingresos y la incertidumbre de un posible recorte en el aguinaldo todo por culpa de un mal gobierno del “Carabobo”.

OBJETIVO DEL DESCUENTO: Todo indica que lo que busca el CaraBobo es “ajustar el presupuesto”, para poder pagar el aguinaldo de fin de año.
Aunque esta estrategia de despedir gente ha dejado departamentos prácticamente vacíos, especialmente Servicios Públicos, donde la falta de personal ha afectado seriamente la atención a las calles que siguen de mal en peor.
Además, ahora el director de servicios públicos, el “xma oficio” de Mario Peña tiene que hacer la chamba de la gente que despidieron y como no puede solo tiene que llamar a su compadre “hígado”, el traficante de placas de transporte público Azael Sanguino, quien es director de transporte, pero ahora ya se metió al departamento de servicios públicos.
El descontento crece entre los empleados y las críticas apuntan directamente al alcalde Lata de Gas, a quien acusan de permitir mal manejo del erario municipal.
Pero las miradas también se dirigen hacia su esposa La “Dzulita” Lina Fernández, quien no ha pasado desapercibida en los últimos eventos públicos, pues se le ha visto luciendo atuendos de lujo, con prendas valuadas en miles de pesos, aunque más bien de clase no tiene nada, pues parece piñata en cada vestido caro.
Toda esta vida de despilfarro de la señora que tortea hotokbal contrasta con la austeridad que predica la administración, incluso ella ya planea otro viaje al extranjero, como los que suele hacer sin la compañía del su bruto marido, quien aprovecha para no llegar a su casa a dormir.


