MÉRIDA, Yucatán, domingo 02/11/2025.- En el marco del 2º Coloquio Internacional de Nueva Arquitectura Indígena en las Américas y el 1º Congreso Internacional de Arquitectura Indígena en las Américas, especialistas de la UADY, INAH, España, Perú, Brasil, Chile, Argentina, Uruguay y varios estados del país, visitaron la Casa del Pueblo para admirar su arquitectura que da pie a ser considerada como monumento histórico y símbolo tangible del estado.
El Dip. Gaspar Quintal Parra, Presidente del PRI en Yucatán, enfatizó la conexión emocional y fundacional de la Casa del Pueblo con la dignidad de los yucatecos.
“La Casa del Pueblo no es solo un monumento arquitectónico; es el faro de nuestra memoria. Es un testigo fundamental de la cohesión social que dio origen al proyecto revolucionario en Yucatán y un recordatorio constante de la valentía de las Ligas de Resistencia”, manifestó Quintal Parra.
“Esta fue la obra cumbre que materializó la promesa de la redención de la cultura maya, asegurando que los cimientos de la institucionalidad que hoy nos rige estuvieran anclados en el orgullo de nuestro origen”, sostuvo.

El grupo de visitantes distinguidos estuvo coordinado por los maestros María Elena Torres Pérez, coordinadora del Congreso y José Guadalupe Huchín Herrera, del INAH Yucatán.
En su visita señalaron la influencia y la relación de lugares como Uxmal y Chichén en la arquitectura neomaya con la fusión de elementos modernos con decoraciones neomayas en edificios emblemáticos, como el Parque de las Américas y la Casa del Pueblo, así como la preservación de edificios de estilo neomaya a pesar de los desafíos climáticos.
Historia viva
La Casa del Pueblo, cuya construcción arrancó en 1926 y fue solemnemente inaugurada el 1 de mayo de 1928, no es solo un edificio; es la obra cumbre que marcó la fundación de la identidad política moderna en la península. Es el testamento arquitectónico del Partido Socialista del Sureste (PSS), una pieza fundamental para que los yucatecos de hoy comprendan la profundidad de sus raíces históricas y su identidad política
Académicos y líderes institucionales coinciden: este Monumento Histórico es el símbolo tangible de nuestra transición política, un espacio que pasó de ser la sede central de la Liga Central de Resistencia a convertirse en la imagen de la fuerza organizada del pueblo. Fue diseñado por el arquitecto italiano Angel Bachini, pero su espíritu es profundamente yucateco, pensado para proyectar la monumentalidad y la autoridad de un nuevo régimen que ponía al pueblo en el centro.
Una Arquitectura Nacida del Sincretismo, Única en el Mundo
La grandeza de este edificio reside en su audaz lenguaje formal, que refleja el momento exacto en que Yucatán encontró su voz:
* Sincretismo de Poder: La Casa del Pueblo mezcla las referencias de los opulentos palacios franceses (neorrenacentista-barroco), un estilo que históricamente representó el poder central, con una riquísima decoración maya-tolteca. Esta fusión es una declaración de soberanía, orgullo inmutable de nuestra civilización prehispánica, generando así una legitimidad única y propia.
* Vanguardia de la Identidad: El PSS impulsó esta estética redentora “un fenómeno conocido como la Vanguardia Vernácula Yucateca”, centrada en la reivindicación del arte maya prehispánico, estableciendo un diálogo directo con el glorioso pasado de la península.
* Ruptura para un Nuevo Destino: El arquitecto Bachini decidió remeter la fachada, rompiendo el patrón neoclásico que dominaba el centro de Mérida. Esta ruptura urbana no fue casual; al crear una nueva plaza de cohesión política, se declaró la hegemonía de un nuevo poder nacido del pueblo, creando un espacio de encuentro que aún hoy nos pertenece.
El Dip. Quintal Parra concluyó con un llamado a la responsabilidad y el orgullo colectivo por este patrimonio.
“Hoy, como parte de la Zona de Monumentos Históricos decretada en 1982, tenemos el compromiso y el orgullo de garantizar que este legado, cargado de lucha y dignidad, siga siendo un patrimonio vivo y una fuente inagotable de orgullo para todas las futuras generaciones de yucatecos, recordándoles de dónde venimos y la fuerza que reside en nuestra identidad.”


