UMÁN, Yucatán, miércoles 29/10/25.- Binomio “Chacal”: Dios los hizo y el diablo, por medio de los robos los unió, se trata de Freddy Ruz Guzmán y de Alejandro Cuevas Mena, ahora socios y amigos íntimos.

Los dos, además de gustarles robar el dinero del pueblo, tienen algunas similitudes: Se hicieron millonarios al amparo de sus cargos públicos; robaron a manos llenas; son traidores y guardan sus bienes a nombre de sus esposas o demás familiares.

Sin embargo, al “Chacal” Cuevas Mena su mujer le quitó la mitad de sus propiedades, porque lo dejó luego que el traidor perredista la contagió de una enfermedad sexual, ya que el Cuevas Mena es parrandero y mujeriego, y si no lo creen que se lo pregunten a Yimy Yamil.

Freddy Ruz no deja a su mujer o más bien su mujer no lo deja, porque quiere tener todo lo que el ex alcalde robó durante seis años. En su última publicación el Gay ex alcalde, bueno eso dicen sus paisanos de Umán, escribió que, aunque se pelean siguen juntos: Claro es gay no pendejo, si se separa la mujer se queda con todas las propiedades que amasó el ex panista.

SU RELACIÓN CON CUEVAS MENA: Dicen que el Chacal es su asesor político y le pude que publique todo lo que sea, que no importa si lo critican, ya que lo quiere imponer de candidato a la alcaldía de nuevo: Pobres umanoides, serán tan tontos como para votar de nuevo por Freddy Ruz?

Además, varios aseguran que Freddy y el Chacal son socios en algunos negocios, entre ellos el hotel Casa Porfirios, ubicado en el puerto de Celestún y que vale unos $20 millones.

EN CONTEXTO: Ayer martes publicamos que, Freddy Ruz, quien de muerto de hambre pasó a millonario con todo lo que robó en seis años en la comuna de Umán, viajó de nuevo a Europa.

En una de sus publicaciones puso que aunque se pelea con su esposa siguen junto, pero claro que siguen juntos, porque si ella lo deja se lleva todos los bienes que tiene a su nombre y haría realidad otra vez la frase ladrón que roba a ladrón.

Por cierto, varios se preguntan si Freddy, conocido ampliamente en Umán y en el mundo reporteril por tener el vicio más caro que un hombre puede tener, ha llevado a alguno de sus tiernitos a Europa o sólo los “ayuda” generosamente, luego de sacarlos de los antros en los que anda.