MERIDA, Yucatán, martes 20/10/2025.- El vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Jorge Carlos Ramírez Marín, presentó en el Senado un punto de acuerdo para exhortar a las autoridades de salud y educación a fortalecer los programas de prevención, atención y tratamiento integral de la salud mental.

Yucatán enfrenta una crisis silenciosa que afecta sobre todo a jóvenes y adultos en edad productiva, advirtió.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2024, Yucatán alcanzó una tasa de 16.2 suicidios por cada 100 mil habitantes, por lo que se posicionó en el segundo lugar nacional, sólo por debajo de Chihuahua, con 16.4. Además, el 30 por ciento de las muertes violentas registradas en el Estado durante ese mismo año correspondieron a atentados contra la propia vida.

“El reciente caso de un empresario yucateco hallado sin vida en la colonia Chuminópolis ha conmovido a la opinión pública y exhibe una realidad que trasciende el ámbito individual. La salud mental en Yucatán se encuentra en estado crítico”, acotó el legislador federal del Partido Verde.

Reconoció que el suicidio es un problema multifactorial, y entre las principales causas de riesgo destaca la depresión, la ansiedad, las adicciones, la violencia intrafamiliar, la falta de redes de apoyo, los duelos no resueltos, y el aislamiento social.

Ramírez Marín destacó la importancia de aumentar el número de psicólogos, psiquiatras y tanatólogos por habitantes en Yucatán, ya que actualmente, el promedio está por debajo de la media nacional, y muchos municipios carecen de atención especializada.

El Programa Integral para la Atención del Suicidio (PIAS) y la asociación civil “Salvemos una vida”, junto con otras iniciativas, realizan esfuerzos valiosos de acompañamiento y prevención, pero sus recursos son limitados, subrayó.

La salud mental no puede seguir siendo un tema secundario, pues la prevención también salva vidas y el aumento de suicidios en Yucatán es una alerta que no podemos ignorar, concluyó.