TIZIMÍN, Yucatán, lunes 08/09/25.- Mientras la esposa del alcalde Adrián “CaraBobo” Quiroz estrena outfit de casi $100 mil, poco más de 100 empleados de Servicios Públicos aún NO recibes el retroactivo del aumento salarial, que les deben desde enero.

Es decir, hasta ahora, ocho meses después, el alcalde, quien en su informe fijo que Tizimín es la novena maravilla del mundo moderno, NO les ha aumentado el sueldo y les ha robado por lo menos a $2,500 a cada uno, es decir, $250 mil.

Mi Grillo, el alcalde Lata de Gas no sólo se roba cuanto dinero entra a las arcas municipales, sino que les roba a los que menos ganan, en algo despreciable y detestable, pero esperemos que en 2027 los tizimileños abran los ojos y saquen al guinda del palacio, indicó nuestro fiel y veraz informante.

LES HICIERON BAXAL IT: En julio de este año, los empleados hicieron un plantón frente al Palacio Municipal para exigir el pago de $2,500 por persona que les deben desde hace meses, además de que se les aplique el aumento salarial correspondiente al 2025.

En ese momento, el alcalde CaraboBobo o Lata de Gas salió a dar la cara y se comprometió a pagar en agosto: Sin embargo, los trabajadores aseguran que todo fue un engaño.

Según los empleados recolectores de la basura y de parques y jardines, entre otros, el alcalde CaraBobo les prometió que en agosto “caía” el retroactivo, pero ya están en septiembre y no hay ni fecha de pago ni respuesta.

“Solo nos dicen que no hay dinero, pero el informe de gobierno dice que todo está mejor que nunca”, afirmó uno de los inconformes.
Los trabajadores aseguran que ya no los reciben en Palacio Municipal y que el propio alcalde se esconde para no dé su “CaraBobo”, mientras ellos siguen laborando en condiciones precarias y sin el pago justo que se les prometió.

La ciudad no ha mejorado nada, lo que sí ha mejorado son los carros, los ranchos y las casas de CaraBobo, pues para eso sí hay dinero, pero para los que barren las calles y recogen la basura, no hay ni palabra Mi grillo.

De acuerdo con nuestro corresponsal, el enojo entre los empleados va en aumento y no descartan nuevas protestas en los próximos días si no se cumple con lo acordado.

Tizimín sigue respirando el descontento y la traición, especialmente entre quienes dan la cara por mantener limpia la ciudad, finalizó nuestro entrevistado.