MÉRIDA, Yucatán martes 19/08/25.- En su afán de aferrarse al poder, la polémica y mal vista Luisa Inés Martín Puc (a) “La Diva de Cholul” se niega a convocar a elecciones, para elegir al nuevo secretario general del Sindicato Progresista de los Trabajadores del Poder.

El plazo para convocar a elecciones ya expiró, sin que hasta este momento haya publicado la convocatoria en su página oficial o en los centros de trabajo del Poder Judicial, lo que deja en evidencia una ilegalidad flagrante, que pone en entredicho su legitimidad y que demuestra su intención de aferrarse al puesto de secretaría general a toda costa, aun realizando actos ilegales.

NOVELA DE CORRUPCIÓN: Lo que se vive hoy en el Sindicato Progresista parece sacado de una novela de corrupción, abandono y engaños, pues la todavía secretaria general se aferra al cargo como si fuera trono, ignorando las leyes internas de su propio sindicato y sumiéndolo en una crisis sin precedentes.

LA LEY DICE: Según el artículo 41 de su Estatuto, la convocatoria para elegir nueva directiva debe emitirse 60 días antes de que venza el mandato, lo que en su caso ocurrirá el 14 de octubre de 2025, fecha en que dejará de ser secretaria general.

Luego entonces, a esta fecha -19 de agosto de 2025-, el plazo para convocar a elecciones ya expiró y ella no ha publicado la convocatoria.

MÁS PROBLEMAS: Pero el problema no termina ahí, pues la actual directiva ni siquiera tiene quórum legal desde hace dos años, debido a las renuncias de Víctor Hugo Huchín Torres, Clarisa Marisol Pech Echeverría y Jorge Luis Santana Victoria, así como la jubilación de Beatriz Castro Medina -quien por Estatuto ya no es socia-, han dejado un cascarón vacío al frente del sindicato, pues no se tiene una directiva y la secretaria general carece de facultades para nombrar a estos directivos. Y pese a esto, no se ha convocado a asamblea para cubrir los cargos vacantes.

OTRA VIOLACIÓN: Luisa Martín Puc también ha ignorado el artículo 29 de su propio Estatuto, que exige al menos dos asambleas anuales para rendir cuentas sobre el patrimonio sindical. Van tres años sin asamblea alguna, sin transparencia y sin que los trabajadores sepan qué ha pasado con los recursos de todos.

Mientras tanto, Luisa usa un discurso engañoso con los agremiados, presume supuestos lazos con “altos políticos” y “gente influyente del gobierno”, pero la realidad es otra: nadie la recibe, nadie le da el saludo y nadie quiere verse asociada con ella.

LA MUESTRA: El golpe más humillante fue cuando, pese a inscribirse, le negaron participar en la contienda para ser magistrada del Poder Judicial, un hecho que demuestra, sin lugar a dudas, que carece del respaldo político que intenta vender.

Actualmente, engaña a los jueces vendiéndoles la idea que con ella van a conservar y asegurar su puesto en la elección de 2027, lo que es mentira, pues lo único seguro es que quien se identifique con Luisa Martín no ocupará un lugar en la judicatura en 2027.

Pero quizá lo más dañino sea su lucha de protagonismo y venganza personal; su obsesión por “convertir” al Sindicato Progresista en el mayoritario ha fracasado tres años, pues la mayoría de los trabajadores saben que unirse a ella es, literalmente, “firmar su condena sindical”.

La inmensa mayoría de los sindicalizados la ven como un obstáculo para mejorar las condiciones laborales y la acusan de buscar únicamente su beneficio personal.

En pocas palabras: Luisa Martín Puc está llevando al Sindicato Progresista al borde del colapso, aferrada a un poder que ya no le corresponde, en medio de una crisis que huele más a traición a los trabajadores que a liderazgo.