MÉRIDA, Yucatán, martes 12/08/2025.- La mafia inmobiliaria costera ya enfocó sus baterías hacia el campamento tortuguero de Sisal, donde un grupo de sujetos agredieron a tres voluntarios que monitoreaban nidos de tortugas marinas, y aunque los atacantes fueron identificados por sus apodos, no los detuvieron.
Tampoco hubo respuesta de las autoridades a los llamados de auxilio de los voluntarios. La Marina respondió que no tenía combustible para atender el llamado, la Secretaría de Seguridad Pública estatal no envió patrullas y la policía municipal de Hunucmá, aunque acudió, se vio rebasada por los agresores.
El ataque ocurrió la noche del sábado 9 de agosto en la zona conocida como la “palapa de los químicos Maldonado”, donde, según testigos, los agresores golpearon y patearon a los jóvenes —dos hombres y una mujer—, les arrebataron sus pertenencias y arrojaron sus teléfonos celulares al mar.
Personas que transitaban por la zona auxiliaron a las víctimas y solicitaron apoyo a distintas corporaciones de seguridad, pero no hubo respuesta. Los lesionados fueron trasladados a un hospital por paramédicos municipales, mientras que los agresores, plenamente identificados por sus apodos, no fueron detenidos.
El hecho causó indignación entre la comunidad local y organizaciones ambientalistas, que exigen justicia y acciones inmediatas para proteger a quienes realizan labores en favor de especies en peligro de extinción. Estos grupos han señalado que la falta de respuesta oportuna por parte de las autoridades deja en vulnerabilidad a los voluntarios y amenaza la continuidad de programas de conservación en la zona costera.
En un pronunciamiento oficial, la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad Mérida, condenó enérgicamente la agresión, ya que entre las víctimas se encontraban dos de sus estudiantes. La institución reiteró su compromiso con la defensa de los derechos humanos, la cultura de paz y la protección del medio ambiente, y exhortó a las autoridades estatales a investigar con rigor lo sucedido, así como a reforzar la vigilancia en espacios de conservación para prevenir futuros actos de violencia.
La ENES Mérida expresó su solidaridad con los jóvenes agredidos y aseguró que se les está brindando el acompañamiento y apoyo institucional correspondiente. La comunidad académica advirtió que este tipo de agresiones no solo atentan contra la integridad de las personas, sino que también ponen en riesgo los esfuerzos de conservación de la biodiversidad en Yucatán, especialmente en áreas críticas como las playas de anidación de tortugas marinas.