TIZIMÍN, Yucatán, miércoles 23/07/25.- Nunca le gustó estudiar, era flojo, prefería robar y por terrible lo sacaban de cuanta escuela lo inscribían, de modo que se quedó bruto como una lata de gas, pero aprendió lo que hoy sabe hacer mejor: Robarle dinero al pueblo.

Así es mi Grillo, tu ya sabes de quien hablo, del alcalde Adrián “CaraBobo” Quiroz Osorio, quien sacó maestría y doctorado en el arte de hacer obras de mala calidad, sin licitar y a precios inflados de su suegro, un vallisoletano que se hizo millonario con chanchullos en obras en municipios.

Sentado en su banca del hermoso parque que remozó Pedro Couoh, papá político del “CaraBobo”, nuestro fiel y veraz informante nos cuenta que el alcalde demostró que es tan bruto como una lata de gas, al contar como hazaña algo que debería darle vergüenza, aunque robar y que te descubran, como le pasa a él, es vergüenza.

LA HISTORIA: Ante más de 200 estudiantes que egresaron del Cobay Tizimín, el lunes en la noche, el “CaraBobo” les contó que desde la primaria era un burro para la escuela, de modo que ahora se entiende porque está Tizimín como está.

“CaraBobo” demostró una vez más que sigue siendo el mismo bruto de siempre, pues compartió con los nuevos bachilleres una vivencia que nada tiene que ver con un mensaje motivador y todo porque el rector de la UNO Didier Barrera ya no le escribe el discurso que lea y no la “cague”.

“Jóvenes les quiero decir (debió decir desear) mucho éxito en esta etapa, que van a comenzar, de verdad quiero felicitarles este día muy especial para todos y todas ustedes, pero igual muy especial para sus padres de familia”, indicó entre tartamudeos, el CaraBobo.

“Así como yo les veo, yo en su momento, sé el gran esfuerzo que hacen los padres de familia, así lo hizo mi madre en su momento; yo les voy a confesar una cosa, me daba mucho trabajo estudiar, demasiado; pasé por muchas escuelas de Tizimín, nunca repetí el año porque mi mamá estaba detrás de mi diciendo, Adrián estudia, prepárate, prepárate y estaba atrás, atrás, tomé clases particulares, en todo Tizimín y logré terminar”.

Que motivadora experiencia!!! Lo único que los jóvenes confirmaron es que lo que sospechaban es una realidad: Tienen a un alcalde bruto, inculto, casi iletrado, porque no leyó, no lee ni leerá, pues así lo fue desde la escuela.

Mi grillo, esto que te digo lo puedes escuchar en las transmisiones en vivo pagadas con dinero del erario a unas paginitas patito de Tizimín, las que solo sirven para exhibir a “Carabobo”.