TIZIMÍN, Yucatán, martes 22/07/25.- En busca de donde hacer dinero, debido a su mala planeación, si es que la tiene, el alcalde Adrián “CaraBobo” Quiroz Osorio impone tres retenes alcoholímetros de viernes a domingo, con los cuales obtiene hasta $500 mil en esos días.
El Desalcalde instala cuatro retenes alcoholímetros y a los que detienen con aliento alcohólico los encierran en la cárcel, llevan su vehículo al corralón y para liberarlo pagan hasta $14,500, dinero que NO se sabe a donde va a parar.

La cantina es la misma, pero no es lo mismo ser cantinero que ser borracho, le dijo Pedro Couoh al “CaraBobo”, en una forma disfrazada de decile pendejo y el alcalde demuestra una vez más que el panista tiene toda la razón.
Como alcalde, Pedro Couoh NUNCA instaló retenes alcoholímetros, porque NO necesitaba hacerse de dinero jodiendo al ciudadano, sino que administraba bien lo que le mandaban los gobiernos estatal y federal, además de los recursos propios.
Así es mi Grillo, el alcalde “CaraBobo” sólo busca de donde sacar dinero para robar, pues las calles siguen jodidas, las vialidades siguen llenas de baches, la infraestructura urbana en las mismas y la inseguridad va en aumento, con reportes constantes de robos, asaltos y falta de patrullaje.
Cuando inició la instalación de los retenes, hace poco más de tres meses, el “CaraBObo” dijo que era una medida de prevención, pero mentí, pues claramente es en un jugoso negocio, de cada fin de semana, precisó nuestro veraz y fiel informante.
Desde hace semanas, los retenes con alcoholímetro se instalan religiosamente de 4 de la tarde a 10 de la noche en varios puntos de la ciudad: Los instalan en calles principales y algunas bocatrampas y una calle la cierra por completo para que no tengas donde doblar.
“Pone policías en toda la calle, aunque haya alternas para evadir, el CaraBobo pone polis, para que no se le escapen y si ve que uno se regresa los persigue”, precisó nuestro entrevistado.

De acuerdo con nuestro informante, aunque el argumento oficial es “salvar vidas”, en un ‘negocio’ redondo para el CaraBobo, pues todo Tizimín sigue jodido y más inseguro, porque cuando coloca los retenes dejan de vigilar la ciudad y los delincuentes lo aprovechan para robar campantemente.
Mi Grillo, si cada fin de semana se llena los bolsillos con medio millón de pesos entonces, la pregunta es ¿a dónde va todo el dinero de las multas?
Vecinos y automovilistas se han quejado del carácter recaudatorio de los retenes y denuncian que no hay transparencia sobre cuántos vehículos detienen ni cómo se utiliza el dinero recaudado.
De hecho, agregó el entrevistado, por ahí dicen que cada fin de semana caen en manos de la policía al menos medio millón de pesos, ya que en cada uno de los tres retenes que caigan 10 vehículos son 140 mil pesos.
No olvidemos que en la administración de Pedro Couoh no se puso ningún tipo de retén de alcoholímetria, pues no buscaba hacer negocio con ello si no construir un Tizimín diferente.