MÉRIDA, Yucatán, viernes 04/07/25.– Mafiosos y narcos que operan en Yucatán instalaron cámaras en postes del alumbrado público, pero la SSP las quitó, porque atentan contra los derechos ciudadanos y Mérida no será Culiacán, ni Badiraguato, Matamoros ni Reynosa.
No hagas cosas malas que parezcan buenas, dice un conocido refrán, que aplica muy bien para el caso de las cámaras de videovigilancia que retiró la Policía Estatal de Investigación (PEI) en la comisaría de Dzityá y en varios rumbos de Mérida, las cuales colocaron los vecinos sin permiso de las autoridades.

De acuerdo con la SSP, aparentemente la instalación de esos “ojos” es una buena medida para garantizar la seguridad de los vecinos, pero igual puede prestarse a otros fines distintos e incluso que pueden ser ilícitos.
LO PERMITIDO: La Secretaría aclara que es legal la instalación de cámaras de seguridad privadas siempre que estén ubicadas dentro del predio del titular o a las afueras del mismo —por ejemplo, en una barda o fachad-, siempre y cuando su base esté en propiedad privada y su orientación visual esté dirigida únicamente hacia el inmueble que se busca proteger.
La videovigilancia puede contribuir a la tranquilidad de las familias y facilitar las tareas de investigación de las autoridades. No obstante, su instalación debe realizarse con responsabilidad y dentro del marco legal.
De acuerdo con especialistas en la materia, en otras ciudades asoladas por el narcotráfico y la delincuencia organizada los criminales colocaron sus propias cámaras de videovigilancia, para saber los movimientos de las policías y de sus rivales.

LO CORRECTO: La colocación de estas cámaras es indefendible, sobre todo en una ciudad muy celosa de su seguridad. No podemos aceptar que se comentan ilegalidades con el pretexto de “vigilar”, pues la vigilancia de la ciudad le corresponde a la Policía, y nadie, excepto los delincuentes, puede afirmar que en Yucatán la SSP no cumple su labor.
Nuestras fuentes precisan que hay en las leyes yucatecas artículos muy específicos que prohíben la instalación de estas cámaras, así que con el retiro no se cometió ninguna arbitrariedad ni se atentó contra los derechos ciudadanos, por el contrario se protege a la colectividad.
El supuesto “bien” de unos cuantos no puede estar por encima de todos, ningún particular puede estarte observando cuando transitas por la calle, precisaron los informantes.
Nuestras fuentes indican que hay que aplaudir la oportuna intervención de la PEI para cortar de tajo esta ilegalidad, pues no se puede olvidar que en estos tiempos los criminales son muy hábiles para infiltrarse y para ocultar sus oscuras intenciones detrás de “inocentes” actividades ciudadanas.
Finalmente, nuestros entrevistados exhortan a no bajar la guardia, pues la seguridad la construimos todos, no solo la policía.
“Los yucatecos lo sabemos muy bien: nuestra forma de ser, nuestro respeto a la ley y a los demás, nuestra esencia por lo correcto es lo que no salva de estar como otras partes de México donde los que mandan son los delincuentes y los ciudadanos sobreviven”, finalizaron.