MÉRIDA, Yucatán, martes 01/07/2025.- La tala ilegal en el monte de Misnébalam, ubicada en la comisaría de Chablekal, no solo devastó parte del ecosistema, sino que también afectó vestigios arqueológicos de alto valor. Tras la denuncia de la Unión de Pobladoras y Pobladores de Chablekal, con acompañamiento de Kanan Derechos Humanos y el Taller Agrario, autoridades federales clausuraron las actividades ilícitas e iniciaron investigaciones.
El desmonte fue documentado desde el 26 de mayo pasado y, desde entonces, la comunidad ha presentado denuncias ante instancias como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), el Ayuntamiento de Mérida y el Tribunal Unitario Agrario.
La presión comunitaria logró que el INAH y la Profepa colocaran sellos de clausura en la zona intervenida, confirmando que las actividades carecían de permisos legales y podrían constituir delitos federales.
Pese a ello, la Unión señaló que el Tribunal Unitario Agrario del Distrito 34 —que había emitido una medida precautoria para evitar modificaciones en la posesión del territorio— no ha actuado ante la violación de su propia resolución. La falta de acción judicial y administrativa, advirtieron, favorece el despojo territorial y fomenta la impunidad.
Además, alertaron que el comisariado ejidal ha promovido en asambleas la entrega del monte de Misnébalam a una empresa privada interesada en extraer material pétreo, lo que pondría en riesgo no solo el ecosistema, sino también los derechos del pueblo maya de Chablekal.
La Unión exigió que las investigaciones de la Profepa y del INAH deriven en sanciones firmes, más allá de la clausura temporal. También que el Tribunal Agrario actúe con celeridad para garantizar el cumplimiento de la medida precautoria.
Piden igualmente al Ayuntamiento de Mérida que transparente su actuación y se abstenga de conceder permisos a intereses privados en territorios en disputa y que la Semarnat y la SDS reconozcan el valor ambiental y cultural de Misnébalam y garanticen su resguardo.