MÉRIDA, Yucatán, viernes 27/06/25.- A Víctor Caballero y su empresa familiar de consultoría les quedó grande el puesto de asesoría, manejo de redes e imagen de Rommel Pacheco Marrufo, director de la Conade.

Y afirman varios cercanos al político y ex clavadista que les quedó grande porque, además de sus atinos personales (de Rommel) lo han metido en muchos problemas por los errores garrafales en sus publicaciones en redes sociales.
UN EJEMPLO: La felicitación que hicieron Rommel y la Conade al ciclista Isaac del Toro, en la que dijeron que el joven deportista es fruto de la Olimpiada Nacional, lo que enfureció al padre del deportista por intentar adjudicarse parte del mérito de su hijo.
A pesar de haber sido el mejor juvenil del evento, ganador de una etapa y líder de la clasificación general durante 11 días, el joven ciclista no recibió respaldo de las autoridades deportivas mexicanas.
“Siempre hablan de millones y millones, pero yo no conozco a un ciclista que le paguen los viáticos, el pasaje o la inscripción. Yo batallé tanto con mis hijos y jamás recibí una ayuda de ningún tipo”, afirmó José del Toro en entrevista.
La molestia del padre del ciclista se desató luego de que Rommel Pacheco declarara que Isaac era un producto de la Olimpiada Nacional. José del Toro fue claro y directo:
“¿Qué puedo decirle a Rommel? Es una falta de respeto para mí, para Isaac y para los deportistas. ¿Cómo hablan de apoyo cuando no ha sido apoyado? Preferiría que no se dijera nada ni se utilizara su nombre para ese tipo de cosas”.
¿Quién estuvo detrás de la felicitación a nombre de la Conade y de su director? Pues nada más y nada menos que la empresa de Víctor Caballero, en la que su hija Daniela Caballero es la pantalla. No es el único error garrafal. A diario son numerosas las fallas y la improvisación de este equipo.
A Rommel le vendieron espejitos durante su campaña por Mérida, y pese a que perdieron por la mala estrategia de la empresa de Víctor Caballero, Rommel tuvo la condescendencia de llevarlos con él a la Conade, pero ahora está muy arrepentido y no busca cómo sacudirse de ellos.
Es cuestión de tiempo para que Víctor Caballero y su empresa familiar salgan disparados de la Conade como tapón de sidra.