MÉRIDA, Yucatán, miércoles 25/06/25.- Científicos de México y Estados Unidos reanudarán un proyecto para descubrir qué hay debajo de la subestructura del Castillo de Kukulcán, en Chichén Itzá: Llegó al país el detector de muones que permitirá “ver” el corazón de la estructura.
La instalación del detector de muones comenzará a partir del martes 12 de agosto y para no afectar al turismo trabajarán antes de que el lugar se abra al público y después del horario de visita, a partir de las 17 horas.
LA INSTALACIÓN: Instalar el equipo tardará de una semana a 10 días, se hará en agosto y luego los resultados se conocerá SEIS meses después: Los científicos se irán pues el aparato funciona por vía electrónica y los datos se irán acumulando lentamente, informó el científico Arturo Alejandro Menchaca Rocha, investigador del Instituto de Física de la UNAM y uno de los pioneros en ese campo en México y Latinoamérica.

El detector, que es un dispositivo diseñado para identificar y medir la trayectoria de los muones, COMO FUNCIONA: partículas subatómicas similares a los electrones, sacará una imagen del patrón de densidad interno de la subestructura, similar a una radiografía.
El objetivo del proyecto internacional que lidera Edmundo García Solís de la Chicago State University y que comenzó hace más de dos años en Yucatán, es la aplicación de la Física a la Arqueología, ya que un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sospecha que debajo de la subestructura, descubierta en 1931, hay otra pirámide más chica.
“Creen que el Castillo de Kukulcán es como una muñeca rusa que adentro tienen otras dos más pequeñas y vamos a descubrirlo”, precisó.
HABRÍA UNA TUMBA: Otros arqueólogos consideran que en el interior de la segunda subestructura podrían encontrar la tumba de Kukulcán-Quetzalcóatl.
PRUEBA: Sobre el detector, que trasladarán a la zona arqueológica de Chichén Itzá en agosto próximo, informó que en breve realizarán una prueba final en una de las torres sin ventanas que hay en el Instituto de Física de la UNAM, en cuyo interior tiene un acelerador.
En 1931, en la primera subestructura, los arqueólogos hallaron una enorme caja de piedra labrada con ofrendas en su interior, un trono en forma de jaguar con ojos de jade y un Chaacmol.
“Antes hubo un trabajo del Instituto de Ingeniera de la UNAM, fue hace muchos años con una técnica que no da imágenes y se concluyó que debajo de la subestructura sí hay algo, pero ahora con nuestro detector de muones que es como una cámara vamos a ´ver´ el interior del Castillo de Kukulcán”, aseveró.
Menchaca Rocha aseguró que dejarán funcionando el detector, pero si por alguna razón se desconecta o surge algún imprevisto regresarán a Chichén Itzá a repararlo.
Aunque no supo precisar el número de físicos de México y Estados Unidos que trabajarán en agosto próximo en la zona arqueológica de Chichén Itzá, dijo que llegará gente joven para ayudarnos.
Actualmente, personal de la UNAM y el INAH construyen una base de hierro para el detector de muones, al pie de la parte oriente del Castillo de Chichén Itzá.- (Martha López Huan)