MÉRIDA, Yucatán, martes 03/06/25.- México y Yucatán pagan caro la corrupción institucionalizada y avivada por decisiones ideológicas e improvisaciones sin sustento técnico, afirmó Roger Torres Peniche, coordinador de la bancada del PAN.

El ex secretario de Desarrollo Social precisó que el país se hunde, por esas decisiones ideológicas e improvisaciones y en consecuencia el crecimiento de México es mínimo y no llega a lo que la 4T prometió (3%), ya que apenas fue del 0.9 por ciento.

“Ya ni Vicente Fox hizo tan mal papel, pues con él la patria creció 1.8%; con Felipe Calderón fueron 1.5%, y con Enrique Peña Nieto 2 por ciento, contra el raquítico 0.9 por ciento de AMLO”, precisó Torres Peniche.

Estas afirmaciones contundentes, claras, objetivas y reales las hizo Torre Peniche en el marco del cierre del primer año de sesiones del Congreso del Estado, que fue el sábado 31 de mayo.

BALANCE DEL TRABAJO PANISTA: Desde la bancada de Acción Nacional cumplimos cabalmente con nuestra tarea de legislar. Durante estos dos periodos, pues entregamos 29 iniciativas -de ellas CINCO leyes nuevas y 24 reformas-, además de OCHO puntos de acuerdo y 104 intervenciones en asuntos de carácter general. En total: 146 acciones legislativas.

Además agregó el legislador de Acción Nacional, contribuimos, día con día, a construir un estado más ordenado, más justo y con mejores instituciones.

BALANCE POLÍTICO: Dijo que en estos nueve meses efectivos de trabajo parlamentario, fueron testigos -una y otra vez-, de cómo la mayoría utilizó esta tribuna para exaltar a “el mejor gobierno de México” y a los supuestos “36 millones de mexicanos que les ordenaron en esa misma boleta ese mismo día, que sigan destruyendo este país”.

BALANCE FEDERAL: 243 días del llamado ‘segundo piso’ de la Cuarta Transformación. Pero habría que sumarle el primer piso: 2,130 días más.

En total, ya llevamos 2,373 días -6 años y 6 meses-, de esta transformación.
Y frente a eso, los mexicanos tenemos derecho a preguntar:

¿Cómo vamos? ¿Cuál es el balance? ¿Cuál es el legado?

La respuesta, lamentablemente, es que vivimos el régimen de las peores primeras veces:

La primera vez que choca el buque escuela Cuauhtémoc.
La primera vez con desabasto nacional de medicamentos.
La primera vez que el Ejército se convierte en empresa inmobiliaria.
La primera vez que una presidenta enfrenta a sus peores enemigos… en su propio gabinete.
La primera vez que un ciudadano debe disculparse ante un senador por decirle “macaco”.
La primera vez que Estados Unidos revoca la visa a una gobernadora en funciones.
La primera vez que se rifa un avión presidencial que nunca se entrega.
La primera vez que vivimos un golpe de Estado… desde el poder.
La primera vez que ejecutan a dos funcionarios de alto nivel en plena Ciudad de México.
La primera vez que el Palacio Nacional amanece sitiado… por sus propios aliados.
La primera vez que se atenta contra la libertad de expresión.
Y esas no son anécdotas. Son datos. Son realidades.

Este régimen prometió no endeudar más al país.

Y ha incrementado la deuda en 6.7 billones de pesos. ¿Para qué? Para trenes, aviones y refinerías que no refinan. Obras con sobrecostos, sin retorno claro de inversión y todas con saldo negativo.

Equivale a Dos Fobaproas… solo que sin crisis financiera, sin consulta, sin permiso. Y sin resultados.

¿Y mientras tanto? Pretenden silenciar las voces críticas.

Quieren desaparecer el IFT mediante una reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones. Le llaman “Ley Censura”.

En medio de la violencia, presumen el desmantelamiento de 839 narco laboratorios.

¿Y los cinco años y diez meses anteriores?

¿A quién beneficiaba esa omisión?

En 2024, México pagó más de 24 mil millones de dólares solo en intereses de deuda externa, la cifra más alta desde que hay registro.

En el sexenio pasado, más de 85 mil millones de dólares solo en intereses.

¿Y qué recibimos a cambio?

Una mega farmacia que surte seis recetas al día.

Un sistema de salud colapsado.

Siete años sin una compra nacional seria de medicamentos.

Pacientes con cáncer, diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas… sin tratamiento.

Esa es la realidad de millones de familias mexicanas.

La crisis del desabasto no es culpa del “neoliberalismo”. Fue culpa de decisiones ideológicas, improvisadas y sin sustento técnico:

  1. Desmantelaron el modelo de compras consolidadas del IMSS, que era funcional seguramente perfectible, seguramente con fallas, a cambio de nada, simplemente nos dejaron sin medicamentos hasta este mismo instante no han podido surtir ni el estándar que tenían antes de su llagada.
  2. Vetaron a las principales distribuidoras sin tener plan alternativo, estas empresas aseguraban la logística de entrega a hospitales y clínicas.
  3. Fracasó el acuerdo con la ONU, con entregas tardías y contratos opacos.
  4. Designaron a Virmex, como la distribuidora oficial, en 2020 se detectaron contratos opacos por más de 2 mil millones de pesos y pagos por 213 millones a empresas fantasma. Fue la segunda entidad pública más vinculada al uso de facturas falsas en el sector salud.
  5. Se consolidó el desabasto, la opacidad y una nueva corrupción institucionalizada. Virmex fue puesta al frente de la compra más grande de medicamentos en la historia (más de 240 mil millones de pesos) pese a su largo historial.
  6. La crisis no fue causada por el “neoliberalismo” o monopolios, sino por decisiones improvisadas, ideologizadas y sin sustento técnico.

La 4T, en lugar de combatir la corrupción, terminó institucionalizándola.

¿Y tienen un “plan”?

¿Un plan turístico donde solo dos personas al día compran los paquetes del bienestar?

¿Un plan ambiental que regala estufas de leña mientras destruye la selva?

¿Un plan de justicia que protege a presuntos violadores y pinta de guinda al Poder Judicial?

No nos hablen de justicia… cuando lo que impiden es que haya justicia.

No nos hablen de democracia… cuando quieren convertir al pueblo en espectador de su propia manipulación.

No nos hablen de seguridad… cuando hay más de 100,000 desaparecidos.

Hablemos también de Jóvenes Construyendo el Futuro: Durante el sexenio anterior se destinaron más de 120 mil millones de pesos al programa.

Se presume que benefició a 3 millones de jóvenes. Pero solo 278 mil salieron del desempleo, menos del 10%.

En 2023, solo 4% obtuvo empleo. En 2024, apenas 0.4%.

En 2022, la Secretaría del Trabajo reportó 328 mil participantes, pero el INEGI sólo encontró 122 mil.

Mientras tanto, los homicidios y detenciones de jóvenes de hasta 29 años crecieron.

El programa fracasó tanto en su objetivo laboral como en su impacto social.

Y, sobre todo: no nos pueden hablar de crecimiento.

El promedio sexenal anterior fue de 0.9%. Ni siquiera alcanzaron su propia meta del 3%.

Veamos:

Vicente Fox: 1.8%
Felipe Calderón: 1.5%
Enrique Peña Nieto: 2.0%
Y esté “el mejor gobierno de todos los tiempos”… apenas 0.9%
Hoy se está construyendo el segundo piso del fracaso.
México no tiene plan.
No tiene rumbo.
Y no tiene certeza.
Este es su legado.
Es cuanto, presidenta.
Buenas tardes.

(Ah, y, por cierto: preparemos las carteras. Hay que pagar placas. Porque la 4T así lo quiso.)