EL PASO, TEXAS, martes 22/04/2025.- Patrick Crusius, el asesino de 23 personas en un Walmart de El Paso, Texas, fue condenado a cadena perpetua por un juez estatal ayer lunes, luego de haberse declarado culpable de la mayor masacre racista contra la comunidad mexicana en Estados Unidos.

El acusado ya había admitido anteriormente que sus crímenes tenían como blanco a la comunidad hispana de esa ciudad fronteriza, debido a su raza y a su lugar de origen. También había dicho que sus acciones estuvieron motivadas por su deseo de comenzar una guerra racial

El ataque ocurrió el 3 de agosto de 2019, cuando Crusius, de 26 años y originario de Allen, Texas, abrió fuego en una tienda Walmart de El Paso, matando a 23 personas e hiriendo a decenas más. En sus propias palabras, su intención era “detener la invasión hispana de Texas”, y confesó que sus acciones estaban motivadas por odio racial y el deseo de iniciar una guerra racial.

Durante la audiencia de este lunes, Crusius se mantuvo impasible y dijo pocas palabras, sin mostrar arrepentimiento alguno. El juez Sam Medrano, del Tribunal de Distrito 409, fue contundente en su mensaje: “No dividiste esta ciudad, la fortaleciste. No infundiste miedo, inspiraste unidad. Esta comunidad enfrentó el odio con amor y nunca olvidará a sus víctimas. Pero tú, tu nombre y tu odio serán olvidados”.

Crusius ya había sido sentenciado en 2023 a 90 cadenas perpetuas por un tribunal federal en El Paso, al ser declarado culpable de crímenes de odio y uso de armas de fuego en delitos violentos. Esta nueva sentencia estatal incluye 22 cadenas perpetuas adicionales por agresión agravada con arma letal, todas cumplidas en paralelo bajo custodia del Departamento de Justicia Penal de Texas.

El asesino evitó la pena de muerte gracias a un acuerdo judicial alcanzado el mes pasado con el fiscal del distrito, James Montoya, quien buscaba una resolución definitiva tras casi seis años de proceso judicial.

Con esta sentencia, se cierra uno de los capítulos más oscuros de violencia motivada por el racismo en la historia reciente de Estados Unidos. La comunidad de El Paso, profundamente herida, continúa su camino hacia la sanación, aferrada a la memoria de sus víctimas y al compromiso de que el odio nunca tendrá la última palabra.