MÉRIDA, Yucatán, lunes 14/04/25.- A pesar de la protesta en su contra, el martes que pasó, el polémico juez Rómulo Antonio Bonilla Castañeda, aspirante a magistrado del Tribunal de Disciplina, dejó libre al ex drogadicto Arturo B.V. quien golpeaba siempre a su hija.
PRECISIÓN: Hay que precisar que este juez, ampliamente conocido por favorecer a delincuentes a cambio de dinero vinculó a proceso penal, por violencia familiar, al ex drogadicto sólo porque se lo ordenó el Tribunal Superior de Justicia de la Nación.
Sin embargo, Bonilla Castañeda, como niño caprichudo, le impuso medidas cautelares diversas, de modo que siguió con la violencia institucional que ha vivido la menor de manos de este juzgador y otras autoridades supuestamente encargadas en impartir justicia.
El juez le impuso al ex drogadicto firmar una vez al mes; no salir del Estado; no acercarse al domicilio de la denunciante, y llevar un brazalete electrónico, y dio un plazo de TRES meses para acabar de investigar el caso y dar paso a un juicio oral, aunque, como hizo con Millet, seguro alargará el proceso hasta donde sea posible.
EL CASO: Al ex drogadicto Arturo lo denunció la señora María José P.A., porque de marzo a abril del 2021, insultaba y agredía físicamente a su hija, en horas del día, cuando la menor se quedaba al cuidado del sujeto, en sus correspondientes días de visita, en una casa del fraccionamiento Caucel Norte.
BONILLAZO: A lo largo de CINCO años, la señora María José ha tenido una auténtica batalla legal, pues el mencionado juez y algunos magistrados de Yucatán han mostrado abierta parcialidad y por eso fueron reconvenidos por el Poder Judicial Federal y les ordenaron que respeten los derechos de una niña.
En el 2021, Bonilla Castañeda desestimó pruebas clave como declaraciones de la menor, dictámenes psicológicos y testimoniales y determinó no vincular a proceso a Arturo B.V. por violencia familiar.
Este sujeto, incluso, ha incurrido en otro delito, que es incumplimiento de las obligaciones familiares, porque hasta la fecha presente no ha depositado los cien pesos diarios a que lo condenaron, para la manutención de su hija.