LUXEMBURGO, lunes 10/03/2025.- El príncipe Roberto de Luxemburgo y la princesa Julie de Nassau hacen frente a uno de los momentos más delicados de sus vidas. Y es que el ducado de Luxemburgo se encuentra sumido en un profundo dolor tras el fallecimiento del príncipe Frederik, quien falleció a sus 24 años. El primo del Gran Duque Enrique ha sido el encargado de sacar a la luz la triste noticia.
El príncipe Roberto de Luxemburgo se pronuncia sobre el fallecimiento de su hijo Federik, a los 24 años: “Nos llamó para hablar con él una última vez”
El príncipe Frederik padecía una enfermedad mitocondrial relacionada con el gen POLG, que le fue diagnosticada hace ocho años. Aunque la familia real de Luxemburgo dio el último adiós al joven el pasado 1 de marzo, no ha sido hasta ahora cuando han tomado la decisión de informar de su deceso a través de un extenso comunicado que han hecho público a través de la web de la Fundación POLG. Además, también han compartido unas emotivas palabras, acompañadas de varias imágenes de Frederik en diferentes etapas de su vida, en su cuenta oficial de Instagram, donde acumulan casi 30 mil seguidores.
“Con gran pesar, mi mujer y yo queremos informarles del fallecimiento de nuestro hijo, Frederik, fundador y director creativo de la Fundación POLG”, son las primeras palabras que componen el escrito. “El pasado viernes, 28 febrero, en el Día de las Enfermedades Raras, nuestro querido hijo nos llamó a su habitación para hablar con él por última vez”, prosiguen expresando, compartiendo con el resto del mundo cómo vivieron este desgarrador momento.
Sin apenas fuerzas, el joven quiso dedicar unas palabras a sus seres queridos antes de partir de este mundo. “Frederik encontró la fuerza y el coraje para despedirse de cada uno de nosotros”, señalan en el comunicado, poco antes de recordar cómo fue aquel momento. “Encontró la fuerza y el valor para decir adiós a cada uno de nosotros por turnos: su hermano, Alexander; su hermana, Charlotte; yo; sus tres primos, Charly, Louis y Donall; su cuñado, Mansour; y finalmente, su tía Charlotte y su tío Mark“.
“Ya había hablado todo lo que estaba en su corazón a su extraordinaria madre, que no había dejado su lado en 15 años. Después de regalarnos a cada uno de nosotros nuestras despedidas, algunas amables, algunas sabias, algunas instructivas, al más puro estilo de Frederik, nos dejó colectivamente con una última broma familiar de larga data. Incluso en sus últimos momentos, su humor y su compasión sin límites. Nos obligó a dejarnos con una última risa… para animarnos a todos”, han confesado.