MÉRIDA, Yucatán, jueves 30/01/2025.- (JAC)Aunque la denunciaron por el desvío (robo) de poco más de $600 millones de pesos, el nuevo titular de la Conade, Rommel Pacheco Marrufo declaró que en esa dependencia deportiva NO hay nada irregular.
Debe haber transparencia, rendición de cuentas y, sobre todo, justicia, porque, al final, no se trata de medallas olímpicas, sino de la credibilidad de un país que clama por un cambio verdadero. Y ese cambio no llegará si seguimos permitiendo que los fantasmas del pasado sigan estando en el presente.
LA HISTORIA: La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) parece haberse convertido en un escenario donde la impunidad y la opacidad son las protagonistas.
Lo que debería ser un espacio para fomentar el deporte y la salud de los mexicanos, se ha transformado en un laberinto de irregularidades, desvíos de recursos y declaraciones que rayan en el absurdo.
MILLONARIO DESVÍO: Ana Gabriela Guevara, ex titular de la Conade, fue señalada en su momento por la Secretaría de la Función Pública, la Auditoría Superior de la Federación y diversos medios de comunicación por irregularidades que superan los 600 millones de pesos.
Entre estas acusaciones destacan los desvíos de más de 280 millones de pesos en eventos y entrenadores “fantasmas”, un caso que incluso llegó a la Fiscalía General de la República. Sin embargo, como suele ocurrir en este país, la investigación parece haber quedado sepultada en el olvido, acumulando polvo en algún cajón de la burocracia.
CINISMO DE ROMMEL: Hoy, Rommel Pacheco, el nuevo titular de la Conade, declara que no ha encontrado nada que incrimine a su antecesora.
¿En serio? ¿O es que acaso no ha buscado lo suficiente? Las instituciones federales ya habían documentado y presentado pruebas contundentes sobre las irregularidades cometidas durante la gestión de Guevara.
SOLAPAN A ANA GUEVARA: ¿Dónde quedó esa documentación? ¿O es que la cobija de la Conade es tan grande que protege a quienes la ocupan, sin importar los actos de corrupción que hayan cometido?
Las declaraciones de Pacheco no solo son cuestionables, sino preocupantes. Parecen más una exoneración improvisada que una conclusión basada en hechos. Si no hay nada que incrimine a Guevara, ¿por qué no se transparentan las cuentas y se muestran los informes que respaldan tal afirmación?
La ciudadanía merece respuestas claras, no frases vacías que solo alimentan la desconfianza en las instituciones.
Este caso no es solo un reflejo de la impunidad que impera en nuestro sistema, sino también de la falta de voluntad para combatir la corrupción desde dentro. Si un ex atleta olímpico como Pacheco no está dispuesto a limpiar la casa, ¿Qué esperanza queda para el deporte mexicano?
La Conade no puede seguir siendo un refugio para la opacidad y el desvío de recursos. Es momento de exigir transparencia, rendición de cuentas y, sobre todo, justicia. Los mexicanos merecen un sistema deportivo que funcione, no uno que se hunde en la corrupción y la complicidad.
Porque, al final, no se trata de medallas olímpicas, sino de la credibilidad de un país que clama por un cambio verdadero. Y ese cambio no llegará si seguimos permitiendo que los fantasmas del pasado sigan estando en el presente.