TEKIT, Yucatán, miércoles 29/01/2025.- Al estilo de los que asistían a Coliseo Romano, la gente gritaba, unos gozaban, los drogadictos se vengaban de un rival, pero en general la multitud se deleitaba con el linchamiento del Huero: Del destripamiento de caballos al linchamiento.
Nos estamos deshumanizando, los niños crecen viendo como destripan caballos y si no lo gozan aprenden a que es normal el maltrato animal, de modo que ahora hasta matar a alguien considerado “indeseable”, vándalo o maleante parece que es normal.
Los torneos de lazo y el destripamiento de caballos llevan poco más de 15 años, tiempo suficiente para que una nueva generación ya se haya “deshumanizado” y vea cosas malas como naturales, aunado a que viven aislada en el mundo de las redes sociales y a que sus papás ya no los educan ni les transmiten valores: Todo cuenta, todo se conjuga para lo que estamos viviendo.
A todo este fenómeno de deshumanización que ya permea a la sociedad yucateca se le suma el hecho de la falta de justicia, por jueces, como Rómulo Bonilla, que sueltan delincuentes a diestra y siniestra, o a publicaciones de redes sociales en las que se creado una imagen perversa y demoniaca de los policías.
Una buena cantidad de gente cree que no hay justicia, que los policías no detienen a los asesinos, ladrones drogadictos y si lo hacen los jueces los sueltan, entonces hagamos justicia por nuestra propia mano.
Peligrosa falacia, que en Yucatán ya cobró la vida del Huero y estuvo a punto de cobrar la vida de dos kansienses.
Las drogas también juegan un papel sumamente importante, pues una gran cantidad de jóvenes, hombres y mujeres, consumen enervantes altamente dañinos como el fentanilo y el “cristal”: Los embrutece y hace que cometan barbaridades.