SEYÉ, Yucatán, jueves 02/01/2025.- Mas pronto cae un hablador y un ladrón que un cojo: Policías municipales devolvieron las prendas de oro que les robaron a dos mujeres, luego que las golpearon y las encarcelaron.

Sin embargo, la nefasta e inútil alcaldesa Wendy Cauich los “perdonó” y ni los castigó ni los despidió por su aberrante proceder, cuando debió correrlos y boletinarlos para que no los contraten en otro municipio, denunciaron ciudadanos.

“La alcaldesa debería dar de baja y solicitar la inhabilitación de los policías ladrones y golpeadores de mujeres, para que no vuelvan a ejercer como policías en otro municipio, en lugar de recibir una sanción la edil los premiará no quitándoles el trabajo”, precisaron nuestras fuentes.

EN CONTEXTO: El robo fue el martes 24 de diciembre, golpearon a dos detenidas y las encarcelaron: Después que las humildes hermanas Fátima y Renata H.C. fueron golpeadas dentro de su casa, encadenadas como perro y torturadas por policías municipales, la Codhey investigará el caso, ya que además de ser encarceladas les robaron sus alhajas de oro.

Personal de la Comisión de Derechos Humanos (Codehey) investiga el caso, de modo que el sábado visitó a las dos humildes mujeres, hermanas que se dedican a la elaboración de piñatas y quienes fueron víctimas de golpes, lesiones físicas y psicológica a manos de la policía de Seyé.

Además, les inventario un delito y las pusieron a disposición de la Fiscalía, donde días después un juez les dio la libertad.

DEVUELVEN LO ROBADO: El martes, los policías ladrones y golpeadores de mujeres devolvieron las prendas, pero no tendrán castigo por indicación de la alcaldesa Wendy Cauich.

La policía de Seyé inventó que las dos mujeres habían golpeado y agredido a nueve agentes de la corporación, de modo que tuvieron que someterlas por la fuerza bruta y ponerlas a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE) por lesiones a policías municipales.

EMPEÑAN LO ROBADO: Los uniformados ya habían empeñado las prendas de oro, de modo que solo se pudo recuperar un par de aretes, una cadena de oro y la llave de un ropero, pero falto una cadena y un pulso, ambos de oro.

Por indicaciones de la alcaldesa Wendy Cauich una licenciada que trabaja en el ayuntamiento, a la que se identificó como “Gretel”, lew dijo a las mujeres golpeadas que tenían que pasar solas a un cuarto y ahí les entregaron las alhajas.