MÉRIDA, Yucatán, sábado 23/11/2024.- Una vez más, el controvertido juez de control Rómulo Antonio Bonilla Castañeda hizo evidente que el dinero está por encima de la justicia, a la cual vende al mejor postor: Vinculó por homicidio simple a la asesina Kenya Roxana S.M.

MANDA POR UN TUBO A SU JEFE: Tanto ama el dinero, que, a pesar de que antes de la audiencia de vinculación, el consejero jurídico Niger Desiderio Pool Cab, a sabiendas de lo que iba a hacer Bonilla Castañeda, porque incluso se mencionaron cantidades de dinero, el juez le dijo al consejero que no iba a recibir órdenes de nadie: Dinero mata jefe.

CONSECUENCIA: Bonilla Castañeda, en vez de vincular a proceso penal a la tal Kenya por homicidio calificado, que mató de un cuchillazo en la yugular a su “Xun” (Querido, amante, concubino) reclasificó el cargo a homicidio simple y le abrió la posibilidad de recobrar su libertad con un amparo.

A Bonilla Castañeda se le hizo fácil concluir que la mujer se defendió del ataque de quien en vida respondió al nombre de Julio César C.R., aunque éste estaba desarmado.

CASTIGOS: El homicidio calificado se sanciona con pena de 20 a 40 años de prisión y el homicidio simple, a lo mucho de 10 a 15 años de cárcel, si no es que menos si se somete a un procedimiento abreviado.

Finalmente, Bonilla Castañeda, quien se ha caracterizado y ha sido denunciado por actos de corrupción en los asuntos donde se manejan fuertes cantidades de dinero, decidió y buscó la forma de ir contra la ley.

Luego de vincular a Kenya a proceso penal dio un plazo de DOS meses para acabar la investigación de este caso.

EL CRIMEN: Fue el miércoles 13 de noviembre, entre las 13 y las 13:15 horas, cuando, Kenya, de 24 años de edad, y Julio César C.R. estaban en una casa, número 148, de la calle 35 entre 10-A y 14 de la colonia San Vicente Oriente.

Después de discutir, Kenya Roxana agarró un cuchillo y lesionó a Julio César en el área derecha del cuello, de modo que el sujeto se desangró y murió.

ANTECEDENTE DE BONILLA: Es ampliamente conocido en el mundo de los juzgados por tener decisiones muy controvertidas, fuera de la ley, de modo que lo sancionaron, pero mediante un amparo volvió a su cargo.

Entre los casos más famosos en los que estuvo más que descarado, fue el de Arturo Millet Reyes, por un juicio por fraude de $117 millones, al que se negaba a encarcelar y a procesar, con pretextos muy tontos, hasta que lo sacaron de ese caso.