ACAPULCO, Guerrero, jueves 24/10/2024.- La oferta turística del puerto de Acapulco, Guerrero, aún es menor al 60 por ciento de lo habitual tras un año del huracán “Otis”, el segundo más devastador a nivel económico en la historia del país.
Las habitaciones ya habilitadas para los turistas en Acapulco son 11 mil 500 de las 19 mil 600 que había antes del ciclón, es decir, el 58.68 por ciento, según autoridades turísticas de Guerrero, entidad donde “Otis” impactó el 25 de octubre de 2023 tras crecer de tormenta tropical a huracán categoría 5 en un récord de menos de 12 horas.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) reportó que atendieron 44 mil 653 siniestros por un monto de cobertura estimada en 39 mil 343 millones de pesos, por lo que es el segundo huracán más costoso en la historia de México.
La recuperación del sector ha sido lenta, lamentaron empresarios y trabajadores del sector en entrevistas con EFE, como Luis Fernando Aguayo, empleado de un hotel en la Costera Miguel Alemán rehabilitado al 100 %, que ahora ha colocado ventanas antihuracanes y otras tecnologías.
“Lento todo, a nivel familiar (la recuperación) es lenta, todo mundo pide apoyo, ayuda, que nos vean, que nos observen, a nivel laboral hay muchos hoteles cerrados, no sé el porcentaje, pero yo lo que he visto es un 50-50, entonces hay muchos que están saliendo de Acapulco para poder sobrevivir”, relató.
Un golpe al paraíso turístico de Acapulco
Además de más de 50 muertos, el golpe del huracán golpeó la economía de Acapulco, donde casi 9 de cada 10 de los habitantes recibe algún ingreso del turismo, según el Gobierno municipal.
Alejandro Cabello, dueño de un restaurante en playa Bonfil, recordó que la situación que vivieron fue grave, pues los primeros meses no hubo actividad económica hasta que llegó diciembre y el puerto se abrió para recibir al turista y tener dinero, aunque no había las condiciones necesarias.
Después las esperanzas fueron en Semana Santa, pero tampoco llegaron al nivel de años anteriores.
“Si hay muchos que no se han levantado, nosotros sí logramos y creo que la gran mayoría levantaron, no totalmente, pero si gran parte de nuestras instalaciones se reactivaron, se remodelaron en muchos lados y se pudo trabajar, pero en otros lados no lo han hecho, no han podido”, señaló.
El problema para que estos negocios no abran tras un año es la gran inversión que necesitan hacer, además la falta de mano de obra y los precios elevados de algunos materiales.