MÉRIDA, Yucatán, domingo 13/10/24.- En un nuevo caso en que sicarios vienen a ejecutar a deudores de la mafia, pero los detienen, la policía detuvo a Juan Enrique Q.A., y a Sergio Iván C.M., quienes asesinaron al sinaloense Wilberth Alberto L.M., en Telchac Puerto.

La juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez los imputó y vinculó a proceso penal, en la misma audiencia, por el delito de homicidio calificado, sancionado en Yucatán con pena que va de los 20 a 40 años de cárcel.

La juez Lizama Sánchez les impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa por todo el tiempo que dure el proceso y dio un plazo de TRES meses para cerrar la investigación de este crimen.

LA HISTORIA: Huyendo de la mafia, Wilberth Alberto L.M., de 44 años de edad y originario de Sinaloa, vino a la tierra de la cochinita pibil, pero no pudo refugiarse de sus enemigos, pues los asesinos Juan Enrique Q.A., oriundo de Cozumel, y Sergio Iván C.M., de Culiacán, Sinaloa, lo encontraron en un santiamén y lo ultimaron de 44 puñaladas, en un cuarto del hotel “La Caracola”, de Telchac Puerto.

EL DÍA DEL CRIMEN: Fue el domingo 6 de octubre, poco antes de las 22:15 horas (diez quince de la noche), en una de las habitaciones del hotel “La Caracola”, ubicado en Telchac Puerto, cuando Juan Enrique, quien supuestamente es patrón de barco, y Sergio Iván, topógrafo, asesinaron de forma dolosa a Wilberth Alberto.

Para lograr su cometido, los dos sicarios vigilaron al ahora huésped del inframundo maya y cuando vieron que su esposa salió del cuarto ellos fueron a la habitación y sorprendieron a Wilberth: Juan Enrique lo sujetó, mientras Sergio Iván le propinó 44 puñaladas en varias partes del cuerpo.

HUYEN LOS PERO LOS DETIENEN: Luego de asesinar al sinaloense, los dos criminales huyeron, pues salieron del hotel y se perdieron en las calles del puerto, pero la dueña del hotel, debido a la extraña actitud de los asesinos se asomó al cuarto de Wilberth y descubrió el cuerpo sin vida en medio de un charco de sangre.

Repuesta del susto y de la fuerte impresión de ver a uno de sus huéspedes muerto, la señora llamó al 911 y llegaron policías de la Secretaría de seguridad Pública y municipales.

Ella les dio a los uniformados las señas y la descripción de los dos sicarios y, por medio de un operativo de búsqueda los uniformados detuvieron a los matones.