MÉRIDA, Yucatán, miércoles 25/09/24.- Esta vez no hubo compras de pánico, no porque no haya pánico ni irresponsabilidad por leer a los amarillistas, sino porque AÚN tiene papel, atún, sardinas, café y hasta pasta dental que compraron cuando pasó Beryl.
A principios de julio de este año, la gente, por leer a amarillistas y ser ignorante en cuestiones de ciclones, se abalanzó a cuanto súper había, tiendas Willys, Dunosusa y demás y compró desde papel quitacaquita hasta latas de atún, globitos y bizcochitos y café, entre otros artículos.
Otros compramos planchas, muchas planchas, pero los cuates nos ayudaron a gastarlas muy rápido.
“NO aprendieron mi Grillo, lo que pasa es que todavía les sobra todo lo que compraron en julio, cuando pasó Beryl, y eso les serviría si nos afectaba “Hellen”, pero lo seguirán guardando para el próximo huracán”, nos dijo un amable meridano del Sur, que se chen conformó con comprar sus misiles, los que se gastaron en un abrir y cerrar de ojos.
Esa vez, recordó nuestro amable lector, la gente se volcó a tiendas de autoservicio, ferreterías, madererías y hasta en las gaseras de la ciudad.
Esa vez, agregó el entrevistado, las personas se volcaron a la planta de la galletera Dondé, en la colonia García Ginerés, para abastecerse de galletas y otros productos que vende la empresa yucateca y los dueños se hincharon de dinero: Vendieron en un día lo que venden en un año.