TEKAX, Yucatán, viernes 21/06/2024.- El drogadicto y alcohólico Gilberto Israel Vela Pacheco (a) “Kisay” pasará sólo la mitad de la condena que merecía por haber asesinado a su abuela en Ticul: Sólo le impusieron 20 años de cárcel.
Esta burla a la justicia se dio por medio de un procedimiento abreviado, por medio del cual “confesó” al aceptar que mató a su abuela de 93 años, que lo descubrió pretendiendo robarle dinero para comprar drogas: El asesino la alzó de ambos brazos para exigirle que le dijera dónde tenía sus ahorros y al no lograr su objetivo la tiró al piso, donde la mujer estrelló el cráneo y murió de inmediato.
El autor de esta nueva afrenta a la justicia fue el juez de control de Tekax, Manuel Soberanis Ramírez, luego de la denuncia de la tía de “Kisay”, quien luego lo perdonó y ACEPTÓ que se dé este proceso abreviado, para que su sobrino salga vivo del Penal tekaxeño.
La condena fue por el delito de homicidio en razón de parentesco, y también lo amonestaron públicamente; le suspendieron sus derechos políticos; lo condenaron a que repare el daño de forma abstracta; le negaron los derechos sustitutivos de sanciones; le prohibieron a “Kisay” acercarse a la denunciante, durante tres años después de que salga del Penal, y le retiraron los derechos de familia respecto a la ahora occisa, es decir, no podrá reclamar herencia alguna.
LA HISTORIA DEL CRIMEN:
Al drogadicto “Kisay” lo denunció la señora Leticia del Carmen P.S., hija de la María Jesús S.F., por el crimen que cometió el domingo 30 de abril, poco antes de las 20:30 horas en el interior de una casa de la calle 21 entre 28 y 30 del Centro de Ticul, a espaldas del mercado municipal, cuando “Kisay” intentó robarle dinero a su abuelita, para comprar drogas.
El mal nieto sabía que su abuela guardaba su dinerito y, al verla acostada en una hamaca, pensó que, como estaba dormida no lo iba a descubrir, pero la mujer despertó y vio a su nieto revolviendo sus cosas para llevarse sus ahorros y, molesta, le reclamó.
En respuesta, su nieto la alzó de los brazos para exigirle que le diera dinero, pero, debido a que la mujer no quiso darle nada, la alzó de ambos brazos y la arrojó al suelo, donde se estrelló el cráneo de la nonagenaria, que murió por traumatismo craneoencefálico.
Sin embargo, al escuchar el escándalo, una hija de la abuelita fue a verla y encontró a la señora en medio de un charco de sangre y vio como “Kisay” escapaba.
De inmediato pidió auxilio a las autoridades que fueron detrás del “Kisay” y lo detuvieron policías de la Secretaría de Seguridad Pública.