MÉRIDA, Yucatán, martes 18/06/24.- Al ladrón William Paul G.C. lo condenó el Tribunal Unitario Segundo de Enjuiciamiento, por fraude y falsificación de documentos, porque vendió una casa del Centro de Mérida, que no era suya, en $2.1 millones.

Para poder vender la casa que no era suya, William falsificó la firma y la huella dactilar, de modo que cuando se estudiaron los documentos que entregó se concluyó que no eran del legítimo propietario, Augusto P.P.

LA HISTORIA DEL FRAUDE: Augusto P.P. era dueño de una casa ubicada en la calle 54 del Centro y, a principios de septiembre del 2020, pasó por el lugar y vio colgado en el protector de hierro de una de las ventanas una lona con la leyenda “se vende”.

Augusto se alarmó, pues, no obstante que no vivía en la casa no había dado autorización a persona alguna para que la vendiera, de modo que contrató a una profesional en derecho, para que investigara en torno a esa casa, cuyo resultado fue que tenía dos compraventas, una de diciembre del 2019, en 2 millones 180 mil pesos, en la que aparentemente le vendía la casa de William Paul.

La segunda venta del inmueble fue en octubre del 2020, cuando William se la vendió a Carlos Alberto A.C.

NOTARIO INVOLUCRADO: A finales de febrero del 2021, Augusto fue a la notaría pública a preguntar por la operación, que en apariencia él había hecho, y lo atendió el notario, quien le mostró los documentos que se usaron para escriturar la vivienda, la firma en la escritura y la huella dactilar, que eran totalmente falsas.

William también dio datos falsos de Augusto, para poder completar la escrituración del inmueble.