CIUDAD DE MÉXICO, viernes 26/04/2024.- La diabetes y la prediabetes han sido una preocupación creciente en las últimas décadas en el sector salud a nivel global. Aunque tradicionalmente estos padecimientos se asociaban más con adultos, estas condiciones están teniendo presencia importante entre los adolescentes de 10 a 19 años.

Tanto la diabetes tipo 2 como la prediabetes son trastornos metabólicos que afectan el control de la glucosa en sangre. En la diabetes, el cuerpo no produce suficiente insulina, lo que resulta en niveles altos de azúcar en sangre. Por otro lado, la prediabetes implica niveles de glucosa más altos de lo normal, pero aún no lo suficientemente elevados para un diagnóstico de diabetes, pero si se trata con cambios en estilo de vida y farmacológicos, la prediabetes podría revertirse e impedir que se llegue a la diabetes.

Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición edición 2022 (ENSANUT 2022) aproximadamente el 18.3% de la población mexicana sufre de diabetes. En el mismo contexto, la prevalencia de este padecimiento estima que para el año 2025 en México al menos millón y medio de adolescentes presentarán Glucosa Alterada en Ayunas (GAA) indicador de alto riesgo para desarrollar prediabetes, mientras que 160 mil presentarán Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2).

La prevalencia de dichos diagnósticos entre adolescentes es menos conocida y a menudo subestimada, dado que pueden desarrollarse sin síntomas evidentes en las etapas tempranas. Esta población puede vivir con estas condiciones sin saberlo, lo que los expone a un mayor riesgo de complicaciones a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, daño renal,problemas de visión y neuropatía.

El silencioso aumento de casos en adolescentes con esta enfermedad ha mostrado hallazgos importantes: “A pesar de que la diabetes está influenciada por diversos factores ambientales, sociales,culturales y genéticos, investigaciones recientes en México han destacado un aumento significativo de casos sin antecedentes familiares con diabetes, sin obesidad o sobrepeso. Esto subraya la importancia de los hábitos alimenticios y el sedentarismo como causas relevantes de la enfermedad”,señaló la Dra. Ana Lilia Rodríguez, Endocrinóloga Pediatra.