DZIDZANTUN, Yucatán, miércoles 13/03/2024.- Mediático y despilfarrando dinero en pagos de publicidad, para levantar su imagen mal vista por el gobierno del estado, el alcalde Ismael Aguilar Puc mostró los avances del ya conocido como “Arco de la corrupción”.

Después que “NO” logró obtener una candidatura a una diputación, por no ser bien visto en su partido el PRI y en otros partidos políticos, Ismael Aguilar ahora a toda costa busca no ser auditado como el #ZorroRata de Motul.

PACTA IMPUNIDAD: Para tratar de evitarlo, pactó su impunidad con todos los candidatos a la gubernatura de Yucatán, incluyendo al de Morena, donde negocio con Lechitas Díaz Mena la imposición de los integrantes de la planilla del candidato “Apin”, donde colocó a su estructura priista.

DE UNA CASA A VARIAS EN YUCATÁN: De ser un simple maestro con humilde sueldo y con patrimonio de una casa en Dzidzantún y un automóvil Volkswagen Gol, pasó, luego de ser tres veces alcalde el hombre más rico del pueblo, con ranchos, casas en el pueblo, en la ciudad de Mérida y otras propiedades, dinero de presuntos desvió de recaudación de impuestos de prediales y terrenos en la zona costa de Dzidzantún.

SAQUEAN TIERRAS: A finales de la administración del exalcalde Miguel Zaldívar (a) “Papaya” y el inicio de la administración de Cornelio Aguilar Puc, cuñado de la exgobernadora Ivonne Pacheco y hermano del actual alcalde de Dzidzantún, comenzaron a saquear y vender las tierras de la zona de playa del puerto de Santa Clara a inmobiliarias y particulares, y a lucrar con el cobro de impuestos prediales.

Entre los terrenos que durante la administración de la familia Aguilar Puc se han vendido en el puerto de Santa Clara, donde han aparecido dueños de la nada o de manera misteriosa, están la Mina de Oro, las Charcas Salineras, dos ranchos colindantes a la zona de Palmar, terrenos dentro del puerto sobre la carretera a la salida oriente y otros en la zona poniente incluyendo un predio Agua Luna, que luego se vendió a un extranjero

FUGA DE IMPUESTOS: Actualmente ya se firmó la compra venta de un terreno en la zona de playa llamado Tohoku, denominado una cooperativa de sociedad anónima, con un valor catastral de 180 millones de pesos y con un valor comercial de más de 250 millones de pesos, donde el catastro municipal valuó el pago de impuesto predial de 9,000,000.00 (nueve millones de pesos) dinero que hasta ahora no se está reflejado en la recaudación de impuestos de la tesorería municipal del ayuntamiento que encabeza Ismael Aguilar Puc.

Cabe destacar que el cobro de los impuestos de los terrenos antes mencionados tampoco se ven del todo reflejados en la recaudación de impuestos municipales, de modo que la Auditoria Superior del Estado de Yucatán (ASEY) y la Auditoría Superior de la Federación (ASF) deberían tomar conocimiento del caso y realizar una auditoría por requisamiento ilícito y desvío de dinero por tratarse de terrenos en la zona federal.