OXKUTZCAB, Yucatán, lunes 12/02/24.- En Morena, ya sea en Oxkutzcab o en Ticul, entre los suspirantes a candidato a la alcaldía el sello era hablar pestes del contrario, pero cuando el dedazo de “Lechitas” lo unge, las pestes se convierten en flores.
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Así sucedió en La Huerta del Estado cuando fue elegido como candidato a la alcaldía Fernando Ayora Puerto y lo mismo ocurrió con los morenos de Ticul, como una tal Ana Kim, que le tiraba con odio jarocho a Beto Parra, pero luego que resultó ganador ella y una parte de los nuevos morenistas, quienes hablaban barbaridad y media de él, acabaron domesticados y achocados con él.
EL CASO DE OXKUTZCAB: Después de despotricar y de hablar mal de Fernando Ayora Puerto, luego que el dedazo de “Lechitas” lo ungió como candidato a alcalde de Morena, sus otrora críticos metieron la cola entre las patas y se acercaron en busca de “hueso”.
Antes decían que el ex perredista era una rata y de corrupto no lo bajaban, pues todo mundo sabe que el presupuesto de los parques de Xul y Cooperativa lo destinó para cubrir parte de sus gastos de campaña en 2021, cuando contendió por el PRD, pero por ladrón perdió.
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TAMBIÉN EN TICUL: Durante el tiempo de campaña interna entre los chairos suspirantes a la alcaldía del municipio zapatero todos se tiraban estiércol, en especial contra Beto Parra, pero cuando Lechitas lo ungió, a cambio de unos buenos pesos, según dicen las malas lenguas, todos cambiaron las críticas por elogios y lambisconería.
Con estos dos ejemplos basta y sobra para que no vengan los morenos a hablar de que con el pueblo todo, sin el pueblo nada; de que amor con amor se paga, o que representan el cambio verdadero, porque todo lo que han demostrado es el conjunto de mañas que hicieron famosos los procesos internos en el PRI: solo querían un hueso y ahora que ya lo tienen callan como momias ante lo que tanto criticaron.
Así de farsantes, cínicos e hipócritas son estos neomorenistas, dizques salvadores del pueblo.