MÉRIDA, Yucatán, sábado 16/12/23.- En “premio” a su ineficaz trabajo como auditor estatal, cargo en el que sólo se dedicó a enriquecerse, por medio de sus despachos privados, los diputados levantadedos designaron a Mario Can Marín titular de la Secretaría Técnica de la Agencia de Inteligencia Patrimonial y Económica del Estado.
Tal y como El Grillo adelantó, los diputados designaron a Can Marín secretario técnico de esa agencia, gracias a su padrino ‘mágico’, quien lo protege a pesar de su mal, qué mal, malísimo desempeño como auditor estatal.
Era un secreto a voces, que este sujeto les hacía extrañamientos fuera de la ley a los alcaldes y luego de pronto aparecían contadores que por arte de magia les solucionaban los líos contables a esos presidentes municipales. Este era uno de los modus operandi de Can Marín.
El nuevo titular de la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (ASEY) es Rubén Arjona Ortiz, quien deberá ponerse las pilas y hacer un trabajo decoroso, honrado y eficiente, que deje atrás el mal sabor de boca que dejó Can Marín, con cero resultados y muchos millones en su bolsa.
Junto con esta “hazaña” de premiar a Can Marín, los diputados levantadedos aprobaron sin tino ni la razón, la “Ley del Moche”, del alcalde de Valladolid Alfredo Fernández Arceo, quien cobrará más de $150 mil por permiso de venta de licores, en restaurantes.
Para “justificar” su incapacidad de atender a los ciudadanos, los diputados prorrogaron este descomunal e irracional aumento para el segundo semestre de 2024.
Se le llama la “Ley del Moche”, porque este terco, irreflexivo y prepotente alcalde se negó a dar los permisos porque no le dieron “un moche” de $150 mil que pedía a cambio de expedirlos y lo volvió ley, en contubernio con varios regidores y con los diputados.