EK BALAM, Yucatán, viernes 01/12/23.-(Martha López H./El Grillo) Investigadores del INAH descubrieron que un antiguo depósito de agua o chultún, ubicado en la Plaza Elevada Este de la Acrópolis de la zona arqueológica de Ek’ Balam, Yucatán, fue reutilizado como cámara funeraria.
En el interior del chultún encontraron restos de dos individuos, informó Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los trabajos del proyecto arqueológico son dirigidos por los arqueólogos Leticia Vargas de la Peña y Víctor Castillo Borges, con apoyo de Gilberto Dzul May e Isidro Ché Méndez, cuya labor se ha concentrado en la excavación y consolidación en el lado oriente de la Plaza Elevada Este de la Acrópolis.
En la temporada de campo del proyecto de investigación, en Ek’ Balam hallaron nueve recintos habitacionales de elite, donde se conservaron parcialmente relieves estucados que representan captores y cautivos, mascarones, esteras, además de vestigios de pintura mural.
Asociados a ese conjunto de cuartos hallaron dos depósitos artificiales para agua, uno en el extremo norte y otro en el sur; este último, denominado Chultún 2, fue convertido en un espacio ritual y depósito mortuorio, rellenado con una capa de tierra, escombro y piedras.
El depósito tiene un área de captación circular de 3 metros de diámetro en promedio, delimitada por un muro bajo de piedras, colocadas con doble vista, y una pequeña escalinata de dos peldaños. El chultún, con forma de campana, tiene un diámetro promedio de 2.10 metros y una profundidad de 2.98 metros; y la entrada, 54 centímetros de diámetro.
En el fondo y en medio del depósito estaba una piedra cilíndrica pequeña, como altar, en cuya parte superior encontraron fragmentos de una olla. Al retirar la tierra del interior hallaron fragmentada otra pequeña olla de barro y dos trozos de obsidiana. También recuperaron los restos óseos de dos individuos de época prehispánica.
Del primero se recobraron huesos sin relación anatómica, mezclados con el relleno de tierra, identificados como un fémur y un húmero, así como parte de una mandíbula y otros fragmentos irreconocibles por su mal estado de conservación.
Sin embargo, considerando la robustez y tamaño del fémur, es posible que se haya tratado de un hombre adulto. Los restos óseos de la segunda persona presentaron mejor estado de conservación.
Al individuo lo colocaron bocabajo, directamente sobre la superficie del piso de la cámara y lo cubrieron con una capa de tierra.
El análisis de los marcadores de edad y sexo en los huesos indicaron que pertenecen a una mujer adulta que, al momento de la muerte, parece que tenía una edad avanzada y una altura aproximada de 1.40 metros.
Prieto Hernández señaló que harán los estudios para conocer a detalle las características de ambos individuos y la secuencia ocupacional del chultún.