MÉRIDA, Yucatán, martes 22/08/23.- No estaba muerto, estaba llorando: Luego de que la realidad intentó ponerle los pies en la tierra, Rommel Igor Pacheco reapareció con su misma mamada de siempre, sin decir nada, como un inmaduro sigue haciéndose al tío lolo (se hace pendejo solo).
Todo indica que Rommel “Igor” no quedó conforme con el consolador, perdón… con el premio de consolación que le dieron en el PAN, para que vuelva a ser diputado federal, luego de que la realidad le hizo ver su sueño guajiro de ser candidato a gobernador de Yucatán tal vez jamás llegue, por un partido con posibilidad de ganar… aclaramos, porque candidato puede ser de los partidos sanguijuela (PT, PRD, PVEM, MC etc etc), sin posibilidad alguna de ganar.
El inmaduro y bebé político, que cree que hacer política es subir mamadas a Tik Tok, secundado por su mujer, ya volvió a las andadas y más pronto que tarde abandonará el barco panista que le dio (y será el único que le dé) la oportunidad de una carrera política decente.
Las señales de esta anunciada traición de “Igor” son evidentes. Tras el anuncio de que Renán Barrera quedó como candidato a gobernador y los demás contendientes, Liborio Vidal, “Igor” y Julián Zacarías recibieron la promesa de cargos legislativos.
Las aguas parecieron calmarse, incluso “Igor” Pacheco bajó los espectaculares que colocó donde una supuesta revista lo destapaba como candidato a gobernador, pero el domingo pasado volvieron a aparecer y otra vez insinúa que quiere ser gobernador.
También en sus redes sociales volvió a las andadas y publicó la foto de una supuesta señal que le dio el mensaje de una galleta china de la suerte. “Un nuevo atuendo traerá grandes cambios a tu vida”, dice el papelito de la galleta.
Igor Pacheco acompañó la imagen con el siguiente texto: Una buena platica (sic), una buena comida y me salió esto, que (sic) será?, como si la política, que ante todo es servicio a la comunidad, dependiera de la suerte.
El destino de los yucatecos no puede depender de que le diga una galleta de la suerte a un ególatra que solo busca satisfacer sus intereses y los de sus padrinos que lo manejan como un títere.