MÉRIDA, Yucatán, martes 22/08/23.- Sólo pusimos sólo señalamientos para recordarle al INAH que el paso a Chichén Viejo es propiedad privada y debe haber respeto y protocolos de seguridad, porque en los últimos días entra una cantidad impresionante de gente, afirmó Isabel Barbachano Herrero, propietaria del Hotel Hacienda Chichén.

A pesar de que no lo dijo, esto parece una revancha a que después de la reapertura de Chichén, luego de la pandemia del Covid-19, cerraron accesos del hotel a la zona arqueológica, por donde pasaban los huéspedes del hotel de los Barbachano.

Aunque afirmó que no cerró el acceso a Chichén Viejo, sino que sólo pusieron señalamientos, de facto les negaron el paso a los trabajadores del INAH, como ella misma dijo al precisar que esperan reunirse pronto con el director general de la dependencia Diego Prieto Hernández, para reanudar las negociaciones.

Mientras eso sucede, el acceso a la zona arqueológica de Chichén Viejo, ubicado a unos kilómetros al sur del Castillo de Chichén Itzá, sigue cerrado en espera de negociaciones entre los propietarios de un hotel de la familia Barbachano y el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Entrevistada en su hogar para dar a conocer su postura sobre el cierre del camino al sitio prehispánico, cuyo desarrollo comenzó del 650 al 700 d.C. y su auge del 900 a 1,200 después de Cristo, dijo lo siguiente:
“Muchas veces les dimos acceso al sitio para checar, restaurar y traer a su equipo de trabajo, pero en los últimos días entra una cantidad impresionante de gente que parece que al INAH se le olvida que el camino es propiedad privada y que el sitio está dentro de un polígono de importancia cultural”, aseveró la también catedrática en Historia del arte.

La nieta del pionero hotelero en Chichén Itzá y Uxmal, don Fernando Barbachano Peón, dijo que hay muchas zonas sensibles en el sitio que las autoridades descuidaron, desordenaron y dejaron sin control, porque es más cómodo para los arqueólogos y las cuadrillas de trabajadores del INAH pasar por su propiedad.

RECORDATORIO: Como publicamos el lunes 14 de este mes, especialistas y trabajadores del (INAH) suspendieron las obras de restauración e investigación en Chichén Viejo, uno de los 13 complejos habitacionales que se ubica al sur de la zona arqueológica de Chichén Itzá, debido a que dueños de un hotel de la familia de los Barbachano cerraron el acceso a Chichén Viejo ocasionando problemas y atrasos, ya que el INAH y la Secretaría de Cultura federal pretende reinaugurar el sitio el 2 de septiembre próximo”, dijo un funcionario federal que declinó identificarse.

MERA COINDENCIA: Según dijo, que “fue una coincidencia” el hecho de que prohibiera el paso a la zona arqueológica de Chichén Viejo o Serie Inicial a unos días de la reapertura del sitio, ya que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que la reinauguración sería el 2 de septiembre próximo.

Los trabajos en la zona arqueológica de Chichén Viejo, cuyas primeras investigaciones se realizaron en 1988 cuando estuvo abierto al público, estaban a punto de concluir para mostrar el esplendor de El Palacio de los Falos, la Plataforma de las Tortugas, la Casa de los Caracoles, la Luna, el Templo de los Búhos y la Galería de los Monos que tiene relieves y 16 paneles, seis de los cuales representan a los grandes señores o sacerdotes mayas.

Los trabajos quedaron estancados en Chichén Viejo por el conflicto que surgió el jueves 10 de agosto de este año, en la tarde.

ANTES QUE EL INAH: “Mi familia ha estado en Chichén Itzá mucho antes del INAH y de la creación de los ejidos, nunca en los 100 años de historia del Hotel Hacienda Chichén habíamos tenido una situación de fricción, el trato siempre fue de amistad, armonía con el Instituto de Antropología y Cultur (Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos de Yucatán)”, aseguró la empresaria, de 66 años de edad, quien dijo que durante mucho tiempo se llevó un protocolo de seguridad para acceder a la Serie Inicial, pero hubo cambios desde que llegó el Tren Maya y Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo), ya que cada día entran muchas personas foráneas por nuestra propiedad en vez que el INAH utilice su entrada que está por el parador turístico del Patronato Cultur.

El INAH tiene una entrada de más de 100 metros por el parador de Cultur,“pero a los arqueólogos se les hace más fácil entrar por nuestra propiedad y no estamos de acuerdo por la seguridad de los empleados, precisó la entrevistada.

QUE SIGUE: Volver a la mesa de negociaciones para liberar el paso y entre las condiciones que pedirán está que reabran los accesos que el hotel tenía a la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Aseguró que desde la reapertura de la zona arqueológica post Covid han intentado entablar acuerdos con las autoridades de los tres niveles de gobierno para que sus huéspedes entren a Chichén Itzá a través de un acceso, que ha estado ahí durante muchos años.

Otra de las peticiones de la familia Barbachano Gutiérrez es que les permitan un desarrollo ecoturístico, para dar trabajo a los herederos de la cultura maya que viven en los alrededores.

Espera pronto reanudar las pláticas con el director general del INAH, pero por ahora las negociaciones están estancadas, ya que la directora del Centro INAH Yucatán, Anna Goycoolea Artís “es nueva (viene del centro de México), no está empapada con las cuestiones de Yucatán y casi no tiene tiempo.