TETIZ, Yucatán, jueves 17/08/2023.- A presar del premio de $3,000 y varias cajas cerveza ningún pochvaquero se atrevió entrar al ruedo a lazar a “Lagrimitas”, del rancho Santa María”, de Chocholá, pues aseguran que es el relevo del legendario destripador de caballos el “Sinaloense”.
Durante el torneo de lazo de Tetiz, el burel “Lagrimitas entró al ruedo con un jugoso premio, pero, a pesar de lo atractivo del premio ningún Pochvaquero lo desafió, a sabiendas de su velocidad y agresividad para alcanzar y destripar caballos dentro de los ruedos; después de varios minutos astado salió del coso taurino sin ningún lazo en el cuello.
El Lagrimitas es un toro de lidia de casi media tonelada de peso, cuya fama ha crecido como la espuma del mar entre los “pochvaqueros” porque ha destripado de manera sanguinaria a cuanto caballo se le ha puesto enfrente.
EL PREDECESOR, EL SINALOENSE: Quien no se acuerda del temido toro de lidia el Sinaloense, propiedad de don Pedro Pérez, del rancho Kulinché de Cacalchén, quien pago los “derechos reservados” del nombre del toro, para que no sea utilizado en otro astado que compita en los ruedos destripando caballos.
Al “Sinaloense” los vaqueros lo desnucaron, pues entre todos lo lazaron y lo jalaron por todos lados, de modo que las sogas le rompieron el cuello, ante el llanto de su dueño, que cuando llegue al infierno decenas de caballos lo pisotearán por toda la eternidad.
KINÍ
“Faisán” destripa un caballo en el torneo de lazo de Kiní.- Un Pochvaquero, al que identificaron como Manuel A., de Motul, se salvó que el toro se lo coja, pero su caballo no corrió con la misma suerte y murió destripado durante un sangriento torneo de lazo en honor a la virgen de la Asunción de Kiní.
Apenas hace unos días, en la Colonia Chuburná de la ciudad de Mérida, un sujeto decapitó a su perrito; ante las manifestaciones de activistas al sujeto lo detuvieron y lo van a procesar penalmente, por maltrato animal, mientras que los pochvaqueros que sacrifican caballos siguen impunes, a pesar de la masacre de caballos.
Durante el torneo de lazo del lunes de esta semana, el toro de lidia “Faisán”, de la ganadería La Santa María de Chocholá, soló esperó y cazó el pochvaquero cuando cruzó corriendo con su caballo, al que corneó y derribó al suelo, donde luego destripó al noble corcel.
Como pudo, el pochjinete se paró del suelo y, al ver a su caballo a merced del astado, como todo un cobarde, en vez de ayudar a su corcel salió corriendo ante la gritería de las personas para salvar su vida dejando a su equino para que el toro le vaciara las tripas.
Los duelos de ganadería, corridas de promesas o cintas, son nombres que le ponen a los torneos de lazo para burlar a las autoridades y las leyes que castigan el maltrato animal en las leyes vigentes yucatecas.