LA HABANA (AP), viernes 30/06/2023.- El cubano Elián González tiene los mismos ojos grandes y de mirada penetrante de hace más de dos décadas, cuando con apenas seis años y tras naufragar junto a su madre en el Estrecho de Florida se convirtió en el centro de una disputa jurídica y diplomática entre Cuba y Estados Unidos.

Pero ahora es un joven ingeniero, se casó, fue padre de una niña, trabaja en una empresa turística y acaba de convertirse en diputado.

“Tengo un compromiso, tengo una responsabilidad con este pueblo”, respondió González durante una entrevista exclusiva con The Associated Press a la pregunta de por qué había aceptado la postulación de varias organizaciones sociales a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Parlamento cubano.

La Asamblea con los nuevos diputados -470 en total- se renovó en abril y González ocupó una banca en representación de su municipio natal de Cárdenas, en la provincia de Matanzas y a unos 130 kilómetros al este de La Habana. El cargo de parlamentario no es rentado en Cuba, por lo que González continuará vinculado con su trabajo.

“Un hipócrita sería si le doy la espalda a mi pueblo”, sostuvo González, de 29 años. “Creo que desde Cuba podemos hacer mucho para que tengamos un país más sólido y yo se lo debo a los cubanos, a todos los que lucharon por mí, los que estuvieron con mi padre y eso es lo que voy a intentar hacer ahora desde mi puesto”.

Muchos tienen grababa en la memoria la dramática instantánea del fotógrafo de AP Alan Díaz tomada en abril de 2000 -por la cual ganó un premio Pulitzer- del pequeño aferrado a un adulto y con expresión aterrorizada mientras un agente uniformado del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos les apuntaba con su arma. El objetivo era rescatar al niño para entregárselo a su padre.

Esa escena en una vivienda de Miami fue el final de meses de tensiones trilaterales entre Cuba, Estados Unidos y grupos de exiliados anticastristas de Florida.