MÉRIDA, Yucatán, jueves 01/06/23.- Ante el escándalo que desató y para tratar de salvar su pellejo, “Lechitas” (Joaquín Díaz Mena), delegado del Bienestar en Yucatán, corrió a Carlos Moreno Magaña como enlace de la dependencia en Kanasín.

El ex priista y ex ahijado político de Jorge Carlos Ramírez Marín desvió millonarios recursos del programa de vivienda y favoreció a sus familiares y allegados, a quienes entregó apoyos de 35 mil y 90 mil pesos, para mejora de casas, mientras que dejó fuera a campesinos.

“Lechitas” aseguró que Moreno Magaña ya no tiene ninguna función en la Secretaría del Bienestar, no representa nada en el municipio relacionado con la Cuarta Transformación y dijo, una tonta mentira más, que fue él mismo quién después de conocer los malos manejos renunció a su cargo.

Para cometer su desfalcó, que conocía “Lechitas”, Carlos Moreno “rasuró” del padrón de beneficiarios a ejidatarios que necesitaban los apoyos y para los cuales están destinados programas como el de vivienda.

Díaz Mena aseguró que ya denunció los desvíos de Moreno Magaña ante la Fiscalía General del Estado.

“Yo no meto las manos al fuego por nadie”, dijo el superdelegado, quien se queda sin uno de sus principales operadores políticos.

Embarrado y con el signo de la corrupción, Carlos Moreno Magaña terminó su aventura en Morena, partido al que llegó gracias a negociaciones con Mario Delgado, presidente nacional de Morena y con la complacencia de Mario Mex, ex dirigente del partido en Yucatán.

Sin embargo, en la delegación del Bienestar aún continúan trabajando “siervos de la nación” implicados en malos manejos de recursos federales. De éstos, “Lechitas” no dio detalles, pero se espera que en breve al igual que Moreno Magaña dejen sus puestos.

Caso particular es el de la regidora de Kanasín que cobró 90 mil pesos del programa de mejora de vivienda. Ella no es una persona marginada, pero cobró el apoyo que debió ser para beneficiar a una familia pobre.