MÉRIDA, Yucatán domingo 26/02/23.- Los políticos no tienen memoria, si se trata de ‘hacerlos sentir bien y alimentar su ego’: Para muestra un botón con el acosador sexual y corrupto Santiago Alamilla y el achocado en MORENA, Raúl Paz Alonso.

Santiago Alamilla fue el que armó toda la guerra sucia contra Pacito, cuando se hizo público una de las tantas “francachelas y bacanales”, en Puerto Vallarta, en las que le gusta participar y se volvió famoso con Montana.

Y también estuvo Jaime Vargas, ex periodista que cuando estuvo en Por Esto despedazaba a Paz, porque era pansita, pero ahora a los dos se les olviarobn las afrentas.

El viernes, a escondidas, como los cobardes, como los bandidos, y rodeado de cómplices de su misma calaña, ayer el senador Raúl Paz Alonzo inauguró su casa de enlace, ubicada en la calle 56 entre 71 y 73, en el centro de la ciudad.

En lo oscurito, como si no quisiera que nadie se entere, más que sus amos que lo regentean, el senador, que pasó de príncipe a perro y quien tuvo que devolver dinero, porque solo fue a pasear a Egipto y no entró a una cumbre de medio ambiente, abrió ese espacio con más afán de grillar que de servir a la gente.

Ahí se vio a Santiago Alamilla, quien fue acusado de corrupción e inhabilitado por la Comuna meridana porque ilegalmente se autoliquidó del Rastro, con poco más de medio millón de pesos. Acosó sexualmente a una panista, de lo que El Grillo informó oprtunamente.

Ahora es promotor de la 4T. Se le ha visto muy cercano al PT y presume que es premio nacional de periodismo. De esta calaña es el tipo de agente con la que se rodea Paz Alonzo.

También estuvo el propagandista de la 4T Jaime Vargas (porque periodista ya no se le puede llamar), quien recientemente presenció, sin meter las manos, la agresión contra periodistas en Sitilpech. Podría decirse que incluso se regocijó de que atacaran a la prensa, porque él es parte de los activistas que alborotan para llamar la atención en un asunto que ya resolvió la ley.