MÉRIDA, Yucatán, viernes 10/02/23.- Panista de cepa, quien hace más de dos décadas le hacía de caballito al hijo de Luis Correa Mena, Jesús Aguilar y Aguilar, secretario técnico del Deporte en Mérida, ya se siente director del IDEY, en el sexenio 2024-2030.
De acuerdo con algunos panistas envidiosos de la suerte de “Chucho”, a pesar de que aún no llega el 2024 y ni siquiera se definen las candidaturas, pero “Chucho” Aguilar ya presume que él ocupará la titularidad del Instituto del Deporte de Yucatán (IDEY), cuando Renán Barrera Concha sea gobernador.
Aunque no es un dotado de cualidades, “Chucho” lo haría mejor que el idiota de Carlos Sáenz Castillo, quien en el cargo sólo se ha enriquecido, ha hecho bisnes, ya tiene su cadena de Six en el interior del estado y lleva en su haber a varias “Xunes” (Queridas), aunque se dice católico, apostólico y romano, lo que ni El Grillo presume, aunque tiene formación clerical completa.
Panista desde hace muchos años, Jesús Aguilar siempre ha buscado tener un cargo relevante en la administración pública, pero quienes lo conocen dicen que su principal problema es su enorme ego y su mastodontesca forma de ingerir alcohol, de modo que parece un cosaco, igual que Aldo Díaz Novelo, indican sus detractores.
En el mundo de la política hay una regla no escrita que dice que un político que NO bebe no es de fiar, regla que aplicaba a raja tabla Víctor Cervera Pacheco, pero en el caso de Jesús Aguilar, según los que lo envidian, se excede e incluso por esta afición desmedida ha dejado a un lado ciertas responsabilidades. Si la envidia fuera sarna, habría muchos sarnosos decía mi santa abuelita.
Alguno que sabe que si Reni llega a la gubernatura el director del IDEY será “Chucho” Aguilar está muerto de envidia y trata de poner de pretexto que es un “Cosaco” para buscar que quede fuera el buen Jesús.
Sin embargo, así como en política no se confía en el que no se emborracha, en política hay lealtades (la amistad se refleja en la nómina) y en el equipo íntimo de Renán está “Chucho”, como lo está el inútil farol de “Primo” Martínez, quien cada vez que abre la boca la caga y chinga al alcalde, pero ahí sigue y seguirá. Se llama lealtades en política, aunque el sujeto sea rependejo /(verdad ‘Primo’).
San se acabó. Feliz Beviernes.
P.D. El Grillo tampoco podría ocupar el cargo de director del IDEY.