PROGRESO, Yucatán, miércoles 07/12/22.- En una nueva versión, en circula en la policía municipal se afirma que el taxista quintanaroenese Roberto L.H., quien estaba ebrio, se lesionó al tratar de huir de la policía y se cayó de su propia altura.
Contra lo que dicen los familiares del ahora herido de gravedad, Roberto iba con su sobrino, no en otro carro, estaba totalmente ebrio y se cayó y se rompió la cabeza al trata de huir para que no lo arrestaran, por entorpecer la acción policiaca.
Esta versión también dice que el domingo, poco antes de las 16:30 horas, Roberto acompañaba a su sobrino e iba de copiloto en el auto de éste, con destino a la ciudad de Mérida.
Sin embargo, al intentar salir del puerto pasaron por el retén de alcoholímetro, ubicado a la salida a Mérida, y el sobrino de Roberto estaba más que ebrio, pues su prueba arrojó poco más de 120 grados de alcohol.
Le dijeron que lo iban a detener y llevar su auto al corralón, pero Roberto intentó impedir que detengan a su pariente y golpeó a un policía, de modo que el comandante en turno ordenó que lo detengan, por tratar de impedir la labor policiaca y agredir a un oficial.
Cuando intentaron detenerlo, Roberto, según la versión que circula en la policía, corrió sobre una calle ubicada a un costado de un súper mercado, pero mal piso la acera, de modo que cayó de manera brutal y se golpeó muy fuerte la cabeza.
Los policías lo alcanzaron, pero al verlo tirado y sangrando le pidieron una ambulancia a la SSP y luego llevaron al herido al Hospital O’Horán, donde esta grave.
Ayer publicamos declaraciones de los familiares, quienes aseguraron que policías municipales lo habían golpeado durante un operativo alcoholímetro, de modo que interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General, en Mérida.
LA VERSIÓN DE LOS FAMILIARES ES LA SIGUIENTE:
El taxista Roberto L.H, de Quintana Roo, intentó impedir que detengan a su primo en un retén alcoholímetro, pero los uniformados le dieron una soberana paliza, al tratar de someterlo y casi lo matan a patadas y ahora se debate entre la vida y la muerte.
Los policías le dieron una soberana paliza y a patadas le ocasionaron traumatismo craneoencefálico, luego que les reclamó airadamente a los policías el que detuvieran a su primo. Este taxista llegó de paseo al puerto de Progreso a visitar a sus familiares.
Roberto Lanz llegó a un retén de alcoholímetro ubicado a la salida del puerto, el domingo en la tarde, bajó de su vehículo para tratar de impedir que detengan a un primo, no de buenos modales, de modo que un policía ordenó que lo detengan.
El chafirete se resistió al arresto y pidió que la hagan la prueba de alcoholímetro, aunque no intentaron detenerlo por ebrio, sino por obstaculizar el trabajo de la policía.
Dos policías lo derribaron mientras que otro comenzó a patearle la cabeza y uno de los uniformados se le montó en el pecho para inmovilizarlo, según dijeron en una entrevista familiares de la víctima.
Cuando los uniformados intentaron esposar a Roberto Lanz vieron que estaba inconsciente, con la cabeza rota y le salía un chorro de sangre.
El último informe médico indica que Roberto Lanz sufre traumatismo craneoencefálico severo, con lesiones en las cervicales y en el bulbo raquídeo, por una laceración cerebral “Fractura de la base del cráneo”; permanece en terapia intensiva en el primer piso del hospital O`Horán.
Médicos no dieron información del estado de salud del paciente a la hora de visita de las 22:00 horas.
Según los familiares del herido, los mandaron a buscar y fueron al palacio municipal, donde el director de la policía de Progreso Omar de la Cruz Herrera C. y la sub directora de la policía municipal Cristina González D. junto con dos abogados y un Juez de Paz Alan Alcocer intentaron persuadir a la familia de la víctima, para que no denunciara penalmente, a cambio de un arreglo, pero ellos se negaron.