MÉRIDA, Yucatán, domingo 04/12/22.- Raúl Paz Alonso pasó de Príncipe a Perro, al igual que la película de Netflix, pues ahora es un “Guau” del PEJE, quien ni lo pela, es más hasta mal le debe caer, porque el tabasqueño es muy rencoroso.

Una reciente película de Netflix pone de relieve este tema, pero en plano escolar y amoroso, ya que el protagonista de esta cinta no quiere reconocer que es el “guau” de la hermosa chica recién llegada a la escuela, pero está siempre disponible para ella, como un perrito faldero, aunque a veces incluso ella lo humille.

No importa si le hizo las peores cosas, si la chica guapa truena los dedos, él estará ahí siempre. Pero llega el día que el “guau” abre los ojos y comienzan a suceder muchas cosas.

Sin embargo, Paz nunca abrirá los ojos, porque él, cual vil trepador y manos largas se fue a MORENA por dinero, para que no se le gaste la fortuna que amasó al amparo del PAN, fortuna que le ha servido para sus vicios, desde el más común, que es líquido amargo, hasta los que entran por otras partes del cuerpo y nublan la cabeza, además de los más carnales.

En política también aplica esta relación del “guau” y su amo. Muchos seguidores de AMLO lo son, jamás obtienen reconocimiento, pero roban y por eso están firmes con él. ¿Más fieles que un perro?.

Raúl Paz, quien cuando estaba en el PAN era un “principal”, ahora que lo jalaron a Morena tiene que deshacerse en continuos elogios a AMLO y su séquito: Pasó de príncipe a perro sólo con el cambio de color partidista. Su historia llenar de escándalos y de inexplicable enriquecimiento en unos años, sin ser empresario es digna de un documental de Netflix.fortuna