SAMAHIL, Yucatán, martes 18/10/22.- Un cobarde “Poch Vaquero” dejó a merced de un toro matrero a su cabalgadura, a la que el burel destripó; el corcel salió del ruedo con las tripas colgando, ante la algarabía de cientos de personas, quienes, cual romanos disfrutaron del sangriento espectáculo.
Como en la época de los romanos, esta gente disfrutaba ver como destripaban al caballo, pero entre esta gente y los romanos hay una gran diferencia: Los sangrientos espectáculos romanos eran gratuitos y ahora la gente paga por verlos.
El domingo 16 de este mes, hace tres días, un “Poch Vaquero” perdió la monta de su caballo, que quedó a merced de un toro de lidia, acostumbrado a matar caballos, y el burel corneó a placer al corcel, durante más de tres minutos; le clavó el cuerno derecho las veces que quiso, incluso cuando el caballo cayó al suelo, no dejó de clavarle los cuernos.
En medio de tanto dolor y sufrimiento, ante el incesante castigo del toro, el caballo se levantó y comenzó a caminar en medio del ruedo con las tripas colgando; el pobre corcel instintivamente se dirigió a donde estaba la reja y dos sujetos corrieron, le agarraron la rienda y lo sacaron.
Ninguno de los “Poch Vaqueros” hizo algo cunado el toro corneaba al pobre caballo, ni cuando el equino estaba de pie ni cuando se postró en el piso, mientras su cobarde dueño huía para que no lo cogiera el toro.