DZONCAUICH, Yucatán, sábado 01/10/22.- Campesinos del pueblo realizaron una vez más la tradicional elaboración del pibinal (elote cocido bajo tierra), con la primera cosecha del maíz, con la cual también hicieron atole nuevo.

El jueves al mediodía, los hombres del campo enterraron los elotes, que cosecharon apenas el miércoles: abrieron un hueco, en medio de la milpa, pusieron leña y la prendieron. Después pusieron algunas piedras que cuando estaban a fuego vivo las rompieron y distribuyeron en el hoyo.

Luego pusieron los elotes bien distribuidos, agregaron una capa de tierra y hojas de Yaxnic, para darle sabor al elote. El color del pibinal se obtiene con las hojas y ramas del Muk. Con la tierra roja taparon todo el hoyo, para que el humo no se escape y los más de dos mil elotes tiernos se puedan cocer.

Hoy en la madrugada desenterraron los elotes y prepararon el atole nuevo, en un rito ancestral que cumplen fielmente cada año los señores Salvador Canul Chi y Marcial Solís Chi, quienes explicaron que el atole nuevo y el pibinal es una tradición que surgió hace más de cinco centurias y no la dejarán morir. En la ceremonia del pibinal también participó don José Canul Cohuo.

La elaboración del atole nuevo comenzó a las tres de la madrugada, ya que la tradición dicta que la bebida y los primeros elotes cocidos bajo tierra deben ser ofrendados a los dioses mayas como agradecimiento a la cosecha lograda.

Hoy sábado, los campesinos comenzaron a desenterrar los elotes, a las 4:40 de la madrugada, para que a las 8 horas comience el rezo en lengua maya.