MÉRIDA, Yucatán, jueves 22/09/22.- La llegada de Raúl Paz Alonso a MORENA recuerda aquella etapa en la que los españoles les vendían espejitos a los aztecas, a quienes les quitaban oro, a cambio de algo de muy poco, poquísimo valor.

También nos recuera a José Arcadio Buendía*, quien en Macondo, una aldea, compró un par de imanes, por un mulo y su partida de chivos, creyendo que haría fortuna con ellos, pues creía que le ayudarán a encontrar oro.

Paz se vendió como una joyita de gran valor, pero en realidad sólo es un huevo hueco, que se pudrió y sólo quedó el cascarón: Está sólo y su alma, bueno, al menos creo que le queda Mireya, pues no ha dicho que se queda en el PAN.

Se entiende que MORENA quiere comprar a senadores, aunque parece que uno de Yucatán, del PRI, ya se regaló, porque votó a favor de la militarización del país, un primer paso a una dictadura, el sueño del idiota presidente.

Sin embargo, aunque MORENA quiera comprar voluntades, seguramente Paz se vendió como la primera maravilla del mundo del futuro.

En fin, Paz llenó de nuevo su casa de seguridad con billetes nuevos y ya tiene para días, semanas y meses de parrandas y francachelas.