MÉRIDA, Yucatán, martes 13/09/22.– Ante la impensable respuesta de la secretaria de Turismo, muchos se preguntan qué pensaba Michelle Fridman cuando le respondió agresivamente a Víctor Cervera: acaso estaba molesta, “happy” o “extasiada”.

Muchos se hacen esta pregunta porque no cabe en la mente de una persona sensata, educada, racional y con un cargo importante responder de esta manera.

Otros creen que lo hizo plenamente consciente y con el objetivo de ofender y burlarse de Víctor Cervera, ya que ni se tomó la molestia de eliminar su comentario luego de la andanada de críticas que recibió. Michelle estaba molesta, “happy” o “extasiada” o agredió con premeditación, alevosía y ventaja.

Es decir, los abogados dirían que lo hizo con premeditación, alevosía y ventaja, de modo que merece la pena máxima.

Pero lo que digan la sociedad y el pelaná Grillo no cuenta, pues puras mamadas dicen; el emperador es el que decide y él quiere que esta mujer siga en su cargo y sin disculparse con Víctor Cervera.